Era poco antes de la una de la tarde cuando un viandante que atravesaba la calle Arapiles entre Doctor Olivares y la Plaza de Cristo Rey notaba unos pequeños desprendimientos procedentes de la fachada del número 24 de esta vía. Ante eso, daba aviso a los bomberos, que acudían a la zona con dos dotaciones para comprobar el estado del edificio.
Tras realizar una primera exploración, los bomberos decidieron desplegar la escala para acercarse a las partes más dañadas de la fachada y comprobaron que los daños en la cara principal del edificio podían ser algo más graves que un simple y leve desprendimiento.
Ante el peligro de que la fachada se derrumbase, los bomberos hablaban con las dos dotaciones de la Policía Municipal que también acudieron al aviso y decidieron que lo más seguro era cortar la calle en esa zona, y evitar el paso tanto de personas como de vehículos. De hecho, la grúa empezaba a retirar los turismos aparcados en esa zona ante mayores desprendimientos.
Está previsto que en las próximas horas los técnicos municipales acudan a este número 24 de la calle Arapiles para valorar los daños y tomar la decisión, en función del estado de la fachada, de si la calle se reabre al tránsito normal de personas y vehículos o si se mantiene cortada para realizar las intervenciones oportunas sobre la cara principal de la vivienda.
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