Cerca de 600 gargantas se daban cita en la tarde de este sábado para recibir al Real Murcia Baloncesto en el choque que los enfrentaba al CB Zamora. El club blanquiazul, hoy de rojo y verde, aprovechaba para realizar en el descanso de este choque la foto de familia con todos los integrantes de la cantera.
Uno por uno, cada niño pasaba entre el pasillo formado por las cheerleaders, como si jugadores del primer equipo se tratasen, y entre los aplausos del público que disfrutaba del ambiente.
Así por tanto, cada niño de la cantera acudía al choque con algún familiar, lo que hacía que la entrada en las gradas fuera la mejor de la temporada. El ambiente con el paso de los minutos y cada canasta de los jugadores zamoranos o con cada buena defensa se venía arriba y el Pabellón Ángel Nieto acababa siendo una fiesta con el mejor final posible, una victoria para seguir soñando por la salvación.
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