La primera oficina de farmacia en entrar en RECYL de la provincia fue la de Villalpando en el mes de noviembre. Siete meses después se ha conseguido terminar el despliegue de las 163 oficinas de farmacia y los 14 botiquines farmacéuticos de Zamora. A juicio del Colegio Oficial de Farmacéuticos, este despliegue se ha llevado a cabo con éxito, salvo por algunas pequeñas incidencias “pero que como en todo nuevo proyecto aparecen y se van resolviendo con la mayor celeridad posible”.
A grandes rasgos, el usuario acude a su centro de salud, allí su médico le prescribe la medicación que necesite, ya sea para un tratamiento agudo o crónico (como máximo para un año) y le entrega una hoja de medicación (HM) (necesaria para cuando el usuario acuda a otro médico o al hospital). Una vez que el usuario sale de la consulta médica acude a su oficina de farmacia (OF) a recoger la medicación que necesita con su TSI. Tal y como está concebido el sistema, el usuario tan sólo necesita la tarjeta sanitaria individual (TSI) para acceder a los medicamentos que confieren su tratamiento, ya que ahora la receta es la tarjeta.
La receta electrónica ofrece ventajas a los distintos actores de este proceso; para el usuario se mejora la accesibilidad al tratamiento y además se aplica de forma inmediata el límite de aportación mensual que le corresponda; el sistema de salud maximiza su eficiencia y la oficina de farmacia mejora su conocimiento para la realización del seguimiento famacoterapéutico del usuario y la comunicación entre los profesionales sanitarios.
Además, y según datos que maneja el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zamora, el 20% del total de las recetas dispensadas en la provincia Zamora son electrónicas, llegando en alguna farmacia a suponer el 80% de sus dispensaciones. Hasta el mes de abril se habían dispensado 176.891 envases de medicamentos en RECYL.
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