La prueba final de sexto de Educación Primaria, la denominada reválida, llegó esta semana con polémica. Después de llevarse a cabo los pasados días 11 y 12, el enfado se acrecienta. En algunas comunidades se han introducido preguntas de materias que no se han dado aún en clase, pero en Castilla y León incluso se ha incumplido la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
La normativa establece que la reválida debe ser realizada por profesores externos al centro escolar. Sin embargo, en Castilla y León no ha sido así en algunas zonas. Lo ha reconocido el propio consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, justificando que "es una comunidad muy amplia y rural y era un problema", por lo que no disponían personal suficiente para cubrir todos los colegios, pero los exámenes los han hecho profesores que no tienen bajo su tutela a los alumnos de sexto de primaria, “manteniendo el espíritu de la norma”.
El miércoles y el jueves más de 2.800 alumnos de sexto de Educación Primaria se enfrentaron en la provincia de Salamanca a esta evaluación final individualizada, que no cuenta para la nota del curso pero sí queda reflejada en el expediente académico. El resultado de la evaluación final se expresará en insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Los tutores entregarán un informe individualizado a las familias antes del 8 de junio, con el resultado global y por competencias evaluadas y que tendrá carácter informativo y orientador.
Tres eran los ámbitos a examinar: competencia en comunicación lingüística, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología. La primera consistía en la escucha de dos audio-textos que eran reproducidos en el momento de la aplicación y lectura comprensiva de dos textos, con sus correspondientes elementos asociados.
La competencia en comunicación lingüística contribuye con el 40 por ciento al resultado final de la evaluación individualizada. Se calcula a partir de la media ponderada de las puntuaciones de la evaluación de las destrezas de comprensión oral y escrita (60 por ciento) y de la expresión escrita (40 por ciento). La competencia matemática y las competencias básicas en ciencia y tecnología contribuye con el 30 por ciento, respectivamente, a la calificación final de la evaluación individualizada. La calificación final de la evaluación final individualizada se obtiene a partir del cálculo de la media ponderada de las calificaciones numéricas obtenidas en las tres competencias evaluadas.
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