A pesar de que la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo (LETA) creó la figura del Trade (Trabajador autónomo económicamente dependiente) para dar cobertura a los que trabajan en exclusiva o casi en exclusiva para una sola empresa, “la realidad es que las empresas contratantes no hacen uso ni registran estos contratos”, según denuncia la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos. (UPTA).
A partir de los datos publicados por el INE en la Encuesta de Población Activa (EPA), en la actualidad, 277.900 los autónomos se encuentran en una de esas dos situaciones. La gran mayoría dependen en exclusiva de una única empresa, 191.300, mientras que otros 86.600 comparten esta actividad en un porcentaje menor.
Para UPTA lo más significativo es el crecimiento de los que trabajan en exclusividad. Desde el año 2012 vienen creciendo de forma significativa y en los dos primeros trimestres del año 2014 lo hacen en un 10,20%, o 17.700 más, pasando de 173.600 a finales del año 2013 a los 191.300 actual.
Sin embargo, los que comparten con otro trabajo su actividad principal bajan en un 5,46% o 5.000 menos.
Estos datos, para Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, “sin duda demuestran que cada vez los autónomos, especialmente los más jóvenes, tienen dificultades para conseguir trabajo de forma repartida en el mercado, y tienen que trabajar en exclusiva para una empresa, situación que en muchos casos debería tener una cobertura laboral”, según Reyna.
Lo más significativo es que los contratos de TRADE en el Servicio Público de Empleo no han llegado a pasar en este tiempo de 15.000, lo que demuestra que los trabajadores no pueden hacer uso de la cobertura que le ofrece la figura del TRADE en la Ley, y que muchas empresas no quieren firmar ni registrar estos contratos.
La gran mayoría de los autónomos que tienen esta situación de exclusiva se encuentran en el sector de los servicios, (197.600). Aunque en este último trimestre aumenta de nuevo el sector de construcción, con un incremento espectacular del 23,94% en los tres meses, volviendo a cifras como las de 26.400 que no habíamos conocido desde que existen estos datos, a comienzos del año 2012.
Antes de la crisis el sector de la construcción era el que más uso hacía de esta figura de dependencia. Y parece que la moderada recuperación reciente del sector hace volver a las empresas constructoras de nuevo por el mismo camino, según Reyna, “a la utilización de autónomos de manera generalizada”.
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