El periodista Luis Felipe Delgado, conocido por las retransmisiones procesionales para Radio Televisión Española, ha dado la bienvenida oficial a la pasión en la capital del Duero. Luis Jaramillo ha tomado el relevo para presentar al pregonero, que se enfrentaba al segundo pregón de su vida después de 34 años.
El amor que Delgado procesa a la Semana Santa de su ciudad quedó reflejado en el exquisito pregón que abrió los días más especiales de Zamora: "una tierra como esta no merece estar arrodillada salvo en estos días que se lo pide su fe en Dios". Además, el periodista intentó recuperar durante su discurso las "caras de las personas que ya no están", para conmemorar unos días en los que "sin ellos, tanto a los que están como a los que no están", no serían lo mismo.
Haciendo referencia a todos los aspectos de la provincia, desde sus ilustres rincones hasta sus más célebres personajes, el periodista se hizo con el corazón de un Ramos Carrión abarrotado de personas expectantes ante "la mejor semana del año".
Y no fue todo pasión lo que Delgado procesó. Un terrible sentimiento por "las cruces de verdad, reales como la vida misma", aquellas que se sufren pero no se ven, marcó el final de unas líneas que emanaron de la humanidad de un zamorano que rezará y cargará la cruz del Nazareno por aquellos "pueblos exhaustos ya de vida, en los que se encienden cada día menos chimeneas y se cierran más postigos y cancillas".
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