Una tarde por Zamora con Carlos Herrera

El afamado comunicador visita este fin de semana la capital zamorana y no duda en promocionar a través de sus perfiles en las redes sociales los rincones más evocadores de la ciudad del románico. Su buena relación con Francisco Somoza y una futura aventura de completar el camino de Santiago por la parte sanabresa, ‘excusas’ para visitar Zamora.

 Una tarde por Zamora con Carlos Herrera
Una tarde por Zamora con Carlos Herrera

Son las seis y cuarto de la tarde y Carlos Herrera aparece por el portalón de la fachada principal del Parador de Zamora. Desprende ese aire despreocupado de quien sabe que tiene el fin de semana libre y está dispuesto a aprovecharlo. El día a día es una continua lucha de estrés, de actualidad, y de un ajetreo constante que no permite apenas respirar. Zamora es otra cosa. Es quietud, es cultura, es sosiego. 

Estilo desenfadado con camisa suelta, pantalón vaquero y zapatos marrones, cómodos para la caminata. Porque el objetivo es ese, caminar durante la tarde y dejarse llevar por los rincones más evocadores de la capital del románico. Como complementos un elegante reloj, unas gafas de espejo y un pañuelo en el bolsillo de la camisa. Su guía, difícilmente mejorable, el arquitecto zamorano Francisco Somoza. Un guía que llega tarde. 

-Hemos quedado a las seis y veintiuno. Ya llega dos minutos tarde.

-¿Y veintiuno?

-Sí, los que somos de radio antigua estamos obsesionados con la puntualidad.

Mientras espera la llegada de Somoza, Carlos Herrera habla vagamente sobre Zamora mientras atiende mensajes que le llegan al móvil. Algo de actualidad y alguna conversación personal. Pone en valor la llegada de la alta velocidad a Zamora y se sorprende con lo fácil que es acercarse desde Madrid a la capital del Duero.

-En una hora y media nos hemos puesto en Zamora. Es un viaje tremendamente cómodo y Zamora debe aprovecharlo.

-Hay quien piensa que la alta velocidad sirve para que la gente se vaya de Zamora y no para que vengan. ¿qué opina?

-Este tipo de servicios siempre beneficia turísticamente  a las ciudades o pueblos pequeños, está comprobado, siempre y cuando se haga una buena gestión de los recursos turísticos.

Los minutos pasan y Francisco Somoza advierte que se retrasará ligeramente. Herrera aprovecha para pasear por los alrededores del Parador de Zamora. El edificio de la Diputación Provincial, la estatua de Viriato, la Biblioteca Pública con su mirador a Santa Lucía y el Ramos Carrión. “Desde este teatro hice yo un programa hace unos años”, recuerda. 

Mira el reloj y decide acercarse a un establecimiento próximo a tomar un café. Antes, un viandante le reconoce y le pide tomarse una fotografía con él. Herrera acepta. Es un personaje público que cuenta con millones de seguidores y también de detractores. El precio de la fama.

 

Llega Francisco Somoza y comienza la visita por la capital del románico. Una visita que el propio Carlos Herrera se encarga de inmortalizar a través de sus redes sociales. Una imagen desde el propio jardín del Parador de Zamora, las vistas desde el mirador del Troncoso o la Puerta del Obispo. Aprovecha este último emplazamiento para hacer un guiño a la Semana Santa de Zamora y en concreto a la Hermandad Penitencial de las Capas Pardas.

Las horas pasan y el afamado comunicador se empapa de todos los rincones de la ciudad. Con la cultura, la sociedad, la gastronomía… Y no solo eso, sino que hace de embajador perfecto transmitiendo su visita a Zamora a través de sus perfiles oficiales en las redes sociales donde miles de personas de todo el mundo siguen sus pasos. 

Unos pasos que volverán a recorrer tierras zamoranas en próximas fechas. “He completado el camino de Santiago por multitud de sus diferentes trazados y mi próximo reto es completarlo por la vía sanabresa. Me resulta atractivo y ya estoy preparando las etapas”, zanja un Carlos Herrera que este sábado regresará de nuevo a la capital de España.

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