El Zamora encara la recta final de la semana más exigente de la pretemporada

Los rojiblancos tienen que afrontar esta semana tres encuentros amistosos. Así, después del Memorial Agustín Villar y la visita a Bragança, los pupilos de Miguel Losada cierran una semana de mucho trabajo midiéndose el domingo en Puebla de Sanabria al CD Barco de la Tercera División gallega. 

 El Zamora encara la recta final de la semana más exigente de la pretemporada
El Zamora encara la recta final de la semana más exigente de la pretemporada

La carga de trabajo empieza a notarse en las piernas de los jugadores del Zamora. La estrechez de plantilla está impidiendo a Miguel Losada rotar más de lo que desearía en los encuentros de preparación y eso está pesando en un equipo que ya ha pasado el ecuador de la pretemporada. Una pretemporada que esta semana vive su fase más exigente, con la disputa de tres encuentros.

Así, los jugadores rojiblancos ya han cubierto el Memorial Agustín Villar y el encuentro en Bragança, por lo que tan solo les resta un choque más para despedir la semana más dura de esta preparación. La contienda será el domingo en Puebla de Sanabria ante el CD Barco, uno de los equipos llamados a estar arriba en el grupo gallego de Tercera División.

“Llevamos una carga exigente de trabajo y tendremos que saber dosificar a los jugadores para que no tengan exceso de minutos por las alturas en las que estamos. Veníamos del triangular, este miércoles estuvimos en Bragança y el domingo tendremos otro partido. Será una semana difícil, de mucha carga. Pero a partir de la próxima semana la situación cambiará y empezaremos a bajar un poco de carga y a buscar frescura”, explica Miguel Losada.

Sobre el choque en Bragança, el entrenador del Zamora expone: “El partido tuvo una exigencia muy grande porque el rival se presentaba ante su público y estaban muy motivados. En el primer tiempo nos hicieron una presión altísima, estaban muy encima de nosotros y apenas nos dejaban espacio. Aunque quedó empate la primera parte, a los puntos ellos estuvieron mejor. En la segunda parte, el cansancio hizo mella y había más espacios. Tuvimos más ocasiones claras nosotros, aunque lo que queda es ese empate a uno. No obstante, el resultado es lo de menos. Lo positivo es que supimos reponernos tras su gol fantasma. Reaccionamos y eso fue positivo. Dimos un paso al frente y estuvimos a la altura”.

Se trató, por tanto, de una nueva prueba positiva en la preparación del equipo: “La prueba fue muy positiva porque fue muy exigente. No parecía un partido de pretemporada. Los dos equipos tuvimos que imprimir un ritmo muy alto, impropio de la pretemporada. Por eso nos vino muy bien, porque en nuestra competición nos encontraremos rivales que nos van a exigir mucho, con alta capacidad física y mucha presión”, finaliza Miguel Losada.

Tras esta dura semana, al Zamora le quedarán dos semanas de pretemporada, con un duelo amistoso ante la Toresana entre medias, antes de debutar en el Ruta de la Plata el 27 de agosto ante el Becerril.

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