La Semana Santa de la provincia tiene una cita obligada en Bercianos. Como cada viernes durante la Pasión desde el siglo XVI, el Santo Entierro de la localidad alistana ha salido a la calle para honrar a su Cristo yacente y a la virgen de luto que lo acompaña. Todo ello, tras la tradicional ceremonia del Descendimiento, cuyo sermón ha corrido a cargo del claretiano de Riofrío Benicio Rodriguez.
El religioso ha elogiado el "camino de amor y de entrega" de Cristo y ha recordado sus momentos de juventud "subido a los tejados" cercanos a la plaza donde tiene lugar la ceremonia del viernes santo. Además, ha destacado la "fe sincera y popular" de la tierra en lugar del "folclore" de otras zonas. "No es una fiesta de música, sino el homenaje a una entrega de amor sin límites", ha explicado Benicio Rodríguez.
Una vez el Cristo ha sido introducido en la urna, el desfile ha partido desde el pueblo encabezado por varios jóvenes que portaban dos pendones, uno de color negro y otro morado. Tras ellos, en una única hilera, marchaban los cofrades con el Cristo en la urna y, más atrás, la Virgen escoltaba el féretro levantada por mujeres solteras, vestidas de luto y con el rostro destapado.
La comitiva, especialmente arropada este año por el pueblo y por sus visitantes, ha subido hasta el cementerio nuevo de la localidad antes de regresar otra vez hacia el templo realizando el mismo recorrido.
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