¿Cómo reconocer a un adicto sexual?

¿Cuáles son los síntomas de una persona con un trastorno sexual? ¿Cómo podemos saber si tenemos un trastorno sexual?

 ¿Cómo reconocer a un adicto sexual?
¿Cómo reconocer a un adicto sexual?

En primer lugar, según expertos como Barreiro, explica que se dan pautas de control sobre la conducta que tienen que ver con baja autoestima y esto hace que empiecen a verse afectadas las interacciones sociales. “Nos damos cuenta de que padecemos el trastorno cuando notamos que es una conducta obsesiva que no se puede evitar”, comenta Barreiro, que añade que en este tipo de encuentros sexuales se suelen dar características autodestructivas y, en algunas ocasiones, pueden llegar a desarrollarse conductas agresivas. 

A menudo, según explican los profesores de Psicología Isabel Vicario y Antonio Fuertes, “se confunde la adicción al sexo con un elevado nivel de deseo o de frecuencia a la hora de mantener relaciones sexuales, cuando en realidad, la principal característica es la pérdida de control progresiva junto con el nivel de malestar e interferencia que genera en la vida relacional y laboral de una persona. 

Es habitual la presencia de fantasías o conductas sexuales recurrentes, intensas, que pueden ocupar un tiempo excesivo en la vida de una persona o llevarle a implicarse en problemas de índole social, relacional o laboral. Con frecuencia aparecen como respuesta a estados emocionales negativos o a eventos estresantes y, como hemos reiterado ya, la persona no puede controlarlas a pesar de que pueda ser consciente de las consecuencias negativas que puedan tener. No poder llevar a cabo la conducta sexual generaría además una emoción negativa o irritabilidad”.  

Para la Doctora en Psicología Esther Martínez Jové, los síntomas son los siguientes: 

- Su comportamiento sexual está fuera de control, por lo que no pueden parar de pensar y fantasear sobre sexo ni de buscar la forma de practicarlo, aunque sean conscientes de las consecuencias negativas que conlleva.

- Quieren parar o controlar sus pensamientos y conductas sexuales pero no son capaces.

- Usan las fantasías sexuales como una forma de afrontar las dificultades de sus vidas o el malestar emocional. 

- Pasan gran cantidad de tiempo fantaseando y manteniendo relaciones sexuales, por lo que están en un estado de excitación sexual casi constante.

- Necesitan cada vez más actividad sexual para satisfacer sus impulsos. 

- Tienen intensos cambios de humor relacionados con la actividad sexual desencadenados por la vergüenza o el remordimiento.

- Sufren consecuencias que han de reparar, como pérdidas de dinero, mentiras a sus amigos y pareja, problemas de pareja, descuido de la familia…

- Descuidan su trabajo, sus amigos, sus actividades de ocio y familiares, etc. para realizar esas conductas sexuales.

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