La buena racha del Zamora moría este sábado en la Virgen del Camino. Los rojiblancos caían por 2-0 en casa de los leoneses y perdían una oportunidad de oro para ponerse a solo tres puntos de la cuarta posición.
Fue una derrota fraguada en los primeros veinte minutos del choque. Es el tiempo que tuvo vida la contienda. En ese lapsus temporal, el Zamora se encontró con el palo en dos ocasiones, en sendos remates, e Iñaki Eguileor no llegó por centímetros a un pase de la muerte de Raúl Álvarez. La salida de los rojiblancos había sido en tromba ante una Virgen del Camino que no había lanzado ni una sola vez entre los tres palos.
Pero su primer tiro terminó en gol. Dani Alonso debía ejecutar una falta desde 35 metros y aprovechó una posición excesivamente adelantada de Miguel para batirle con un lanzamiento fácil, en vaselina. Ahí murió el choque. La Virgen del Camino iba por delante y se hizo fuerte en su feudo.
Juego trabajo, constantes interrupciones y pérdidas de tiempo que llevaron la contienda a un duelo de trincheras que el Zamora no supo jugar. Aun así, antes del descanso, Raly Cabral e Iñaki Eguileor volvieron a tener dos llegadas peligrosas.
En la segunda parte se agudizó el ‘otro fútbol’. Y en ese fútbol el Zamora no estuvo cómodo. Además se salió del partido con un arbitraje controvertido de un trío de trencillas al que se le fue de las manos un duelo de mucho contacto. Los zamoranos pidieron un penalti por manos de la defensa local, una falta del portero sobre Iñaki en la frontal del área y fuera de juego en la conversión del segundo tanto de la Virgen del Camino.
Tres jugadas que pudieron resultar claves pero que no eximen de culpa a un Zamora que no supo adaptarse al tipo de encuentro planteado por los leoneses después del 1-0. Al final, derrota por 2-0 que, unida a la derrota del Cristo Atlético, sigue dejando a los rojiblancos a seis puntos de la fase de ascenso a falta de quince puntos por jugarse.
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