Tras recordar a compañeros fallecidos, dar la bienvenida a los nuevos presidentes de las cofradías y felicitar a aquellas hermandades que celebran un aniversario especial, Isabel García Prieto agradecía las muestras de apoyo y cariño recibidas desde su nombramiento.
“Soy consciente de que no tengo una tarea fácil y sí mucho trabajo y responsabilidad”, admitía. “Por eso necesito de vuestra ayuda porque nunca se viene de vuelta ni se termina de verlo todo, siempre queda por hacer y nosotros debemos continuar con el gran legado que nos dejaron nuestros antecesores, fruto de una intensa labor y mucho esfuerzo”, valoraba.
En este sentido, García Prieto recordaba que pudo comprobar ese arduo trabajo “muy de cerca” junto a su compañero y amigo Antonio Martín Alén, a quien se dirigía personalmente para darle las gracias por la confianza que siempre depositó en ella.
Así, en esta “nueva etapa” de su vida, tal y como ella misma reconocía, solicitaba el apoyo de todos para “engrandecer” la Semana Santa con el sueño de un nuevo Museo en el horizonte. En este apartado, la presidenta expresaba su deseo de que el espacio museístico se haga pronto realidad para que “imágenes y enseres tengan el espacio adecuado para continuar siendo un referente a nivel nacional ya que tenemos una de las secuencias más completas de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”, sostenía.
“Estamos a las puertas de la Semana Santa, aprovechemos estos días de Cuaresma que es periodo de reflexión para encontrarnos con nuestra fe y para mirar cualquier rencilla rencor si pudiera existir y así juntos avanzar para ser ejemplo de los que representamos. Soy consciente de la importante herencia que recibimos del pasado, no solo patrimonial sino emocional y humano. Por eso, os pido que gestionemos este enorme capital siempre unidos y dando testimonio de nuestras creencias cristianas”, concluía.
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