En el primer padrón municipal que aparece registrado en el INE, que data del 1 de enero 1996, Zamora registraba 207.485 habitantes. Justo veinte años más tarde, la cifra se ha reducido a 180.406. Y bajando. En estas dos décadas, la provincia ha perdido algo más de 27.000 habitantes, a razón de 1.350 por curso, una sangría que se hace cada vez mayor. Sólo en el 2015, el número de personas empadronadas bajó en 3.030.
Se trata del segundo mayor descenso interanual de los últimos veinte años, sólo por debajo del que se produjo durante el 2012 (-3.342 habitantes) y deja patente que la sangría poblacional que sufre Zamora es una herida sin suturar, que amenaza con dejar desérticas las comarcas y que pone en un nivel de riesgo máximo cualquier futuro de desarrollo económico en la zona.
En el año 2003, por primera vez en más de cien años, la provincia bajó de los 200.000 habitantes. Trece años después, ya ha perdido otros 20.000. Si la tendencia actual se mantiene, como indican los estudios realizados al respecto, en el 2030, Zamora tendrá menos de 150.000 residentes. Todo ello en una de las zonas con menos desarrollo industrial y más envejecimiento del país.
CASTILLA Y LEÓN
El contexto regional tampoco es demasiado halagüeño. Castilla y León perdió cerca de 25.000 habitantes durante el año 2015. al pasar de 2.472.052 a 2.447.519. Esta sangría tiene su reflejo en todas las provincias: Ávila (-2.411 personas), Burgos (-3.007), León (-5.791), Palencia (-1.389), Salamanca (-3.410), Segovia (1.918), Soria (-966) y Valladolid (-2.609). Eso sí, a nivel de caída porcentual, Zamora es la más damnificada.
ESPAÑA
El país también perdió población a lo largo del 2015, aunque se mantiene por encima de los 46,5 millones de habitantes. El descenso interanual fue de algo más de 67.000 personas.
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