Andrés Luis Calvo promovió en 1985 el cambio de nombre de 48 calles

 Andrés Luis Calvo promovió en 1985 el cambio de nombre de 48 calles
Andrés Luis Calvo promovió en 1985 el cambio de nombre de 48 calles

De forma pactada, los once concejales de Alianza Popular no ocuparon aquel día sus asientos. Los otros catorce ediles, trece del PSOE y uno del CDS, dieron el 'sí' a un proyecto que se llevó a cabo durante las semanas siguientes.

El alcalde de la capital era, por entonces, el socialista Andrés Luis Calvo, que tiene fresca aquella época en la memoria: "Fueron 48 nombres de calles. Quitábamos algunos muy fuertes y entendíamos que había que hacerlo sin enfadar a nadie. No queríamos revancha, eso era una barbaridad, así que evitamos nombres socialistas y hablamos con José Andrés Casquero y Miguel Ángel Mateos, entre otros expertos, para que nos ayudaran a retomar algunas nomenclaturas históricas y a añadir otras nuevas", recordaba el que fuera máximo mandatario municipal en un reportaje publicado por zamora24horas en febrero de 2015.

El expolítico rememoraba la manera que tuvieron de "jugar con la sensibilidad en positivo" para llevar a cabo el proceso "de forma dulce, sin ofender". Así, fueron sustituyendo la Avenida Generalísimo Franco por Príncipe de Asturias, el Parque Mola por el del Castillo, la Calle de Calvo Sotelo por el Riego, la Calle de los Héroes de Toledo por Regimiento de Toledo, la Plaza de Martín Álvarez por la del Maestro o la Calle Castelar por la genuina de Los Herreros.

Especialmente sensible fue la modificación de lo que es ahora la Costanilla, hasta entonces llamada Fabriciano Cid: "Era el abuelo del responsable de Alianza Popular de aquella época, Luis Cid", destacaba Andrés Luis Calvo, que insistía en la importancia del tacto y la sensibilidad con los recuerdos para no perjudicar a nadie con el cambio: "Recuerdo que al cronista de la ciudad, de familia y pensamiento franquista, le mandamos incluso una carta explicándole el tema y nos respondió con mucha amabilidad; diciendo que le dolía, pero que lo entendía", narraba el antiguo dirigente socialista.

Aparte del nombre de las calles, en aquella etapa se retiraron algunos símbolos franquistas que decoraban las calles de la capital, como el escudo que se alzaba por encima de la oficina de Correos, en el cruce entre Santa Clara y la Calle Benavente, que mostraba un águila de San Juan: "Lo importante es que no salieron sarpullidos", advertía Andrés Luis Calvo, que se enorgullecía de su colaboración con la eliminación de estos gestos de afecto al Régimen.

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