Comienza la guerra de precios en el sector tabacalero tras subir los impuestos el Gobierno

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 La venta de tabaco en Zamora es 1,1 millones de euros inferior al año pasado hasta agosto
La venta de tabaco en Zamora es 1,1 millones de euros inferior al año pasado hasta agosto

Altadis ha incrementado en diez céntimos de euro, de 4,45 a 4,55 euros, el precio de la cajetilla de Fortuna Blando, según publica este miércoles el Boletín Oficial del Estado (BOE). De esta forma, se inicia la guerra de precios en el sector tabacalero tras subir los impuestos el Gobierno.

La Unión de Asociaciones de Estanqueros de España ha advertido reiteradamente de que la subida de los impuestos especiales del tabaco no solo va a conseguir una disminución de los ingresos por este concepto, sino que va a provocar una reacción inmediata de fumadores que dejarán de comprar tabaco en el estanco para ir al mercado ilícito a adquirirlo a un precio menor.

Y, como aclara Mario Espejo, presidente de la Unión de Estanqueros, “esta decisión no sólo afectará a los 13.500 estancos que hay en España y a los fumadores. La caída en la recaudación de impuestos afectará a todos y cada uno de los ciudadanos y el aumento de la criminalidad con el auge del contrabando los sufrirán todos los españoles. Y son sólo dos ejemplos claros de los daños colaterales de una medida que muchos aplaudirán por tratarse de un producto que, pese a su total legalidad, está tan perseguido como el tabaco”.

En 2010, los cálculos de Elena Salgado, hablaban de una subida de unos 780 millones en la recaudación. Consiguió exactamente lo contrario: una caída durante los cuatro siguientes años de hasta el 5%. Hasta 2015 no se ha empezado a recuperar algo la recaudación por impuestos especiales del tabaco con un ligerísimo 0,25%. “Esta decisión, estamos seguros de que nos devolverá a los tiempos de los descensos en la recaudación y seguirá animando el crecimiento del comercio ilícito que tiene una excelente oportunidad de negocio en un mercado legal de precios ascendentes”, explica Espejo.

“Castigar con una nueva subida de la fiscalidad a un consumidor y un producto que ya soportan más del 80% de impuestos es una clara equivocación. Y ni siquiera creemos que pueda suponer un efecto sanitario. Más bien todo lo contrario: dado el actual contexto socioeconómico, se obtendrá el efecto perverso de que la reducción de ventas no supondrá un descenso del consumo, sino un desvío del fumador hacia el contrabando que implicaría gravísimas consecuencias sociales y sanitarias. Al margen de facilitar al menor el acceso al tabaco en un mercado sin controles y a un precio más bajo”, concluye el presidente de la Unión de Estanqueros.

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