Unidad e internacionalización, herramientas de futuro para el sector vitivinícola

 Unidad e internacionalización, herramientas de futuro para el sector vitivinícola
Unidad e internacionalización, herramientas de futuro para el sector vitivinícola

La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, clausuraba en las últimas horas la segunda jornada de debate de 'AgroHorizonte 2020', celebrada en Valladolid, que ha tenido como protagonista el sector del vino en Castilla y León y las claves para su desarrollo. En ella han participado ponentes muy relevantes para un sector muy arraigado en la Comunidad como bodegueros de reconocido prestigio, sumilleres de fama mundial, consultores de referencia, distribuidores y científicos. Sus aportaciones, unidas a las intervenciones de los asistentes, han permitido determinar objetivos y medidas concretas que han de incluirse en las líneas de trabajo para aumentar las perspectivas de futuro del sector vitivinícola en Castilla y León.

La superficie de vid en el mundo, situada en torno a los 7,5 millones de hectáreas, cuenta con dos marcadas tendencias. Por una parte, en la Unión Europea se ha producido desde 2003 un descenso, y por otra parte, la superficie de viñedo crece en China y Sudamérica.

El consumo de vino mundial también se ha visto reducido a partir de 2008 principalmente por la crisis económica y financiera. Del análisis del consumo también se constata una doble tendencia, en los últimos años ha retrocedido en los países tradicionalmente consumidores y también principales productores como Francia, Italia y España. Por el contrario, se ha incrementado el consumo en los países tradicionalmente no consumidores, como EEUU, que, con 29 millones de hectolitros, se convirtió en 2013 en el primer mercado interior mundial de vino, y China que alcanzó los 17 millones de hectólitros. Además, los principales países vitivinícolas de Sudamérica -Argentina, Chile y Brasil- y Sudáfrica han seguido creciendo de forma sostenida.

En el caso de España, el consumo ha disminuido por debajo de los 20 litros por habitante y año, colocándose muy lejos del consumo de otros países del entorno, como Francia, Portugal o Italia, que duplican esta cifra. Esta reducción del consumo tiene especial incidencia entre la población joven, ya que solo el 8 % de los jóvenes de menos de 35 años consume vino habitualmente.

En cuanto a las exportaciones mundiales de vino actualmente representan aproximadamente el 40 % del consumo mundial, lo que significa que el descenso del consumo en los países tradicionalmente productores se está viendo compensada por el incremento en países cuyas necesidades de vino superan a su propia producción y se ven obligados, por lo tanto, a importarlo. Lo que supone una oportunidad de negocio.

Esta situación del sector vitivinícola, de la que no es ajena Castilla y León, hacen necesario dotar a los viticultores y bodegueros de las herramientas que les permitan afrontar con éxito los próximos años. Por ello, y dado el potencial de este sector en la Comunidad, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha establecido el vino como uno de los siete sectores estratégicos de la Comunidad, tal y como recoge ‘AgroHorizonte 2020’, la estrategia de crecimiento de futuro del sector agrario.

‘AgroHorizonte 2020’ apuesta por la generación de riqueza y empleo mediante el liderazgo de subsectores estratégicos para Castilla y León: el vacuno de carne y de leche, ovino, ibérico, remolacha, hortofrutícolas y patata, cultivos herbáceos de alto valor y vino.

Esta estrategia se apoya en los instrumentos que se han aprobado durante esta legislatura y que son: la Ley Agraria de Castilla y León, la nueva Política Agrícola Común, el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 y ‘Futura Alimenta 2014-2017’.

Desde marzo de 2014 se han celebrado grupos de trabajo compuestos por representantes del sector, de las organizaciones agrarias y de las universidades de la Comunidad para elaborar un documento común que pudiera debatirse durante la jornada de hoy.

Sector pujante

Castilla y León cuenta, a largo y ancho de las 75.000 hectáreas de viñedo, con una gran diversidad de variedades de vid autóctonas, algunas ampliamente difundidas por los viñedos de la Comunidad como Verdejo, Tinta del País, Tinta de Toro, Mencía o Prieto Picudo y otras de cultivo más reducido como Rufete, Juan García o Bruñal. La amplia variedad de uvas permite la elaboración de vinos muy diferentes, con identidad propia y que se adaptan al gusto de los diferentes consumidores.

El sector vitivinícola de Castilla y León, formado por 620 bodegas que producen 2 millones de hectólitros de vino, es un pilar básico de la economía de la Comunidad al generar 667 millones de euros anuales y dedicarse a esta actividad 19.300 personas. El sector vitivinícola de Castilla y León ha apostado siempre por la calidad como lo demuestran las 13 figuras de calidad reconocidas en el sector.

Precisamente esta apuesta por calidad ha permitido incrementar la comercialización de los vinos de la Comunidad. De hecho, los caldos adheridos a figuras de calidad han venido consolidando su posición en el mercado a los largo de los últimos años, llegando a alcanzar el 20,9 % de la cuota de mercado.

En cuanto al mercado exterior, las exportaciones del sector también han alcanzado cifras récord en volumen y valor económico en 2013, con casi 30 millones de litros y cerca de 135 millones de euros, lo que supone un incremento desde 2007 del 45 %.

Apoyo de la Consejería

La Consejería de Agricultura y Ganadería ha estado siempre comprometida con la industria agroalimentaria de la Comunidad y, en particular, con el sector del vino. Este compromiso se ha articulado en tres pilares básicos: apoyo financiero para la inversión productiva, actuaciones I+D+i de iniciativa privada y promoción de los productos de Castilla y León.

En el sector de vinos, tanto para inversión como para innovación, en el periodo 2007-2013, se han concedido ayudas por 35 millones de euros para una inversión total de 234 millones. Además, se han destinado 34,27 millones de euros para la promoción del consumo de vino en terceros países desde 2009 para una inversión total de 68,5 millones de euros.

Además, se han puesto en marcha ayudas encaminadas a conseguir viñedos más rentables y obtener vinos de calidad demandados por el consumidor. Para ello, durante el periodo 2000-2013 se han concedido ayudas por un importe de 85 millones de euros en Castilla y León, para una superficie reestructurada o reconvertida de 14.112 hectáreas.

Por otro lado, la Consejería de Agricultura y Ganadería, dentro de su política de promoción de la calidad, lleva a cabo acciones promocionales de diversa índole y participa, junto con las empresas del sector, en numerosos eventos y ferias nacionales e internacionales.

Futuro del sector vitivinícola

La disminución del consumo de vino en los últimos años, tal y como se ha expuesto en la jornada, supone la principal amenaza del sector y las exportaciones las principales oportunidades, por ello, tal y como se ha expuesto en la jornada, es necesario promocionar el consumo de vino, comunicando adecuadamente las bondades del producto, con el fin de incentivar un consumo responsable en todos los estratos de la población, poniendo especial énfasis en la población joven.

Esta promoción se podría realizar estableciendo estrategias de comercialización diferenciadas para cada uno de los canales de comercialización: hostelería y alimentación. O desarrollar, a través del canal HORECA, líneas de consumo dirigidas a nuevos nichos de mercado, en especial, a los jóvenes, así como buscar otras vías de comercialización, aprovechando los nuevos canales de comunicación empleados por los jóvenes (redes sociales, blogs,…).

Otra de las posibilidades sería la promoción del vino y sus productos derivados bajo el amparo de la marca ‘Tierra de Sabor’ aprovechando su notoriedad y el prestigio alcanzado, impulsando la realización de campañas de promoción específicas para estos productos. O impulsando todo tipo de iniciativas relacionadas con la formación y el enoturismo que acerquen el sector al consumidor y dinamicen tanto las ventas como el consumo.

Con el objetivo de ganar competitividad del sector vitivinícola, la investigación y el desarrollo se convierten en herramienta clave. Para ello las actuaciones deben ir encaminadas a: la búsqueda de sistemas de elaboración de nuevos productos, el estudio de las diferentes enfermedades que afectan al viñedo y nuevas tecnologías para mejorar el control de la calidad y seguridad del vino

Además, dadas las características del sector, es preciso intensificar la labor de restructuración del sector (productor y elaborador), como continuación a lo que ya se viene haciendo en los últimos años: incrementar el nivel de profesionalización de los viticultores, modernizar las estructuras productivas de las bodegas, diversificar y dinamizar el tejido empresarial con nuevas actividades relacionadas con el mundo de la viña y del vino (enoturismo, derivados de subproductos…), mejorar la comercialización.

Las cifras de comercialización exterior de vino de la Comunidad hacen necesario seguir ampliando nuevos canales comerciales no empleados hasta ahora y a precios competitivos, para ello se requiere una logística de distribución. Una de las posibilidades es la creación de consorcios de industrias del sector vinícola, con la finalidad de mejorar las condiciones de comercialización del vino de Castilla y León y, en particular, para favorecer su internacionalización.

Tras la celebración de esta jornada ‘AgroHorizonte2020’, dedicada al sector vitivinícola, el proceso continúa abierto por lo que los distintos agentes del sector podrán seguir trasladando sus aportaciones para afrontar el futuro del vino. Cuando concluyan las distintas jornadas de todos los sectores estratégicos se recopilarán todas las aportaciones de interés que se hayan recibido.

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