La polémica está servida. Los sindicatos estudiantiles inician este miércoles una huelga de dos días para protestar contra la aprobación del llamado decreto 3+2, una normativa impulsada por el ministro Wert que pretende reducir la duración de algunas titulaciones a tres años. Según los alumnos, esta medida supondrá "la eliminación de grados" y convertirá "en papel mojado de cara al mercado laboral" a algunas carreras.
El Sindicato de Estudiantes, que ha recibido el apoyo de un buen número de organizaciones y partidos políticos, espera "una respuesta masiva" de los alumnos llamados a la huelga, que son todos los que se encuentren en el Instituto o en la Universidad. Ante lo que consideran "una serie de reformas que constituye el ataque a la Educación más grave en décadas", los representantes de los alumnos piden apoyo para "vaciar las aulas y llenar las calles".
Para ello, contarán con el beneplácito de una buena parte de los rectores de las universidades públicas, que ya mostraron en su día su rechazo a esta nueva vuelta de tuerca en busca, según apuntan desde el Ministerio de Educación, de una nueva equiparación al marco europeo.
Más allá de las "disfunciones" que, según los rectores, podría generar esta situación dentro del sistema universitario español, algunas críticas apuntan al daño económico que podría generar el Decreto en aquellos estudiantes que queden encuadrados en la fórmula del '3+2', dado el aumento de precio que se produce en los cursos de posgrado.
Sea como fuere, el Sindicato de Estudiantes parece decidido a ir hasta el final para tumbar esta medida y ha anunciado movilizaciones para el mes de marzo si el Ministerio no recula tras la huelga de esta semana. En el seno de esta organización ha molestado especialmente que el proyecto se haya aprobado sin debate y en unas fechas en las que, habitualmente, los alumnos se encuentran en pleno periodo de exámenes.
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