UPL estima que se ha hecho habitual en la capital que anochezca y el alumbrado público siga apagado bastantes minutos después. “Esta falta de luz, cuando se necesita, eleva el riego de accidentes. Los conductores no tienen la mínima visibilidad para una conducción con suficientes garantías, y para los peatones aumenta el riesgo de atropello porque puede que no sean vistos en el momento de cruzar”, asegura Unión del Pueblo Leonés en un comunicado remitido a los medios de comunicación.
Eso sí, lamenta UPL que también ocurra justamente lo contrario ya que a su juicio, “se da la circunstancia de que cuando amanece, la luz natural inunda las calles y en cambio la artificial, sin necesidad alguna sigue encendida”.
Ante esto, Unión del Pueblo Leonés considera “que no existe sintonía entre ambas cosas, y que los mecanismos de encendido y apagado no están regulados correctamente”. Por eso, UPL pide que se haga “un ajuste en los dispositivos”, para que “tal encendido y apagado se realice en el momento preciso de necesitarse, optimizándose de esta manera el consumo de energía”, finalizan.
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