El Balonmano Zamora MMT Seguros comenzaba este lunes una nueva semana de trabajo tras su primera victoria en la Liga Asobal el pasado sábado en la cancha de Balonmano Aragón. Optimismo y satisfacción eran dos de los sentimientos que se respiraban entre una plantilla que se mantiene cautelosa y asume que la liga será lo suficientemente larga como para no dejarse cegar por el primer triunfo del curso.

Entre los jugadores estaba en la vuelta al trabajo un Esteban Salinas al que dos jornadas de liga le han bastado para disipar de un plumazo las dudas que podía tener el mundo del balonmano con respecto a sus características. Su fichaje generó dudas hace tres años. No en el Balonmano Zamora, que confió en él de forma ciega, sino en clubes cercanos que no auguraban un futuro demasiado brillante para un jugador que desempeña las funciones de pivote con apenas 1,83 metros de altura.

Esas dudas llegaban desde que el MMT Seguros estaba en Primera Nacional, pero el chileno se ha encargado, con su trabajo, de reivindicarse día tras día. La liga Asobal supone un nuevo reto para Salinas, al igual que para todos sus compañeros. Probablemente, el duelo que mantenga el pivote chileno con cualquier central de la categoría sea el más desigual en envergadura de cada partido en una posición especialmente delicada y marcada por el cuerpo a cuerpo.

Pero Esteban suple ese déficit con otras características. Características que le han llevado a espantar cualquier tipo de duda en dos jornadas. Con una media de siete goles y medio por encuentro, Salinas es el máximo goleador de la Liga Asobal, a falta de que se dispute el duelo entre FC Barcelona y Anaitasuna este martes.

Un dato anecdótico por las pocas jornadas disputadas, pero que muestra la adaptación que el jugador chileno está experimentando en cada una de las categorías en las que milita en una posición frecuentemente estigmatizada con unos parámetros físicos.

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