Fundación Personas cuenta con el apoyo de seis voluntarios en su Centro de Ocio

 Fundación Personas cuenta con el apoyo de seis voluntarios en su Centro de Ocio
Fundación Personas cuenta con el apoyo de seis voluntarios en su Centro de Ocio

Apenas existen requisitos para ser voluntario. Tener 18 años, querer dedicar tiempo a los demás y entrevistarse con los responsables de la Asociación bastan para entrar a ayudar, apoyar y trabajar con personas con discapacidad intelectual. Beatriz Martínez Martín, Coordinadora  del Voluntariado de Asprosub Zamora, cuenta que, “hay muchas personas que eligen la Fundación para realizar sus prácticas, de la carrera, módulos o cursos y a raíz de ellas vuelven para apuntarse como voluntarios”.  La Coordinadora del Voluntariado de Fundación Personas, apunta al “desconocimiento y desinformación” a la hora de entrar a ser voluntario. Algo que ya comentaron, Teresa Enriquez de Cáritas y Ana Moreno de AECC.

El Centro de Ocio, situado en la Calle Toro, sirve para que las personas con discapacidad elijan, entre diversas opciones, las actividdes o hobbies que más le interesan y los llevan a cabo tanto con la colaboración de trabajadores como de voluntarios. Durante la jornada del sábado y el domingo tienen lugar las salidas a las que se apuntan, también, por preferencias. Se hacen visitas a exposiciones, se va a conciertos, a partidos de balonmano o de baloncesto. Para llevar a cabo estas salidas se establecen grupos reducidos y los voluntarios podrán acompañar al trabajador y a los participantes.  “Los voluntarios también pueden elegir y venir solo a las actividades que más le interesen. Tenemos talleres de magia, cine, pintura,  teatro y diferentes manualidades”, señala Beatriz Martínez.

Como explica la Coordinadora del Voluntariado de Asprosub,  todos los voluntarios coinciden en que resulta “muy gratificante” ayudar a los demás. “Hay que adaptarse a las necesidades del centro y de las personas, ya que no se les puede obligar a realizar una actividad. Es su ocio”.  Además apunta a la sujeción que tienen los  voluntarios, “aquí no hay obligación, solo compromiso. Si un día no pueden venir se avisa y no pasa nada, de hecho, lo que suelen hacer los voluntarios es cambiar el día porque no quieren perderlo”.  Beatriz Martínez nos explica por qué solamente hay un voluntario en su sede en Morales, “no es conveniente porque es entrar en su casa, en su intimidad, pero sí se puede colaborar con ellos en talleres ocupacionales o en las actividades deportivas. Tenemos de voluntario a un chico que está haciendo un curso de hípica en Pereruela”. 

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