Tras más de medio siglo ofreciendo películas a los zamoranos, el Cine Barrueco, fundado el 7 de febrero de 1943, cerraba sus puertas para reconvertirse en un inmueble de viviendas. Pese a los cambios acometidos por la familia Barrueco para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado cinematográfico, los propietarios se vieron obligados a vender el solar.
En consecuencia, se llevó a cabo la demolición del antiguo edificio a excepción de su fachada. Sin embargo, las labores de construcción de los nuevos pisos fueron suspendidas debido al hallazgo de restos de la antigua muralla de Zamora. Un hándicap que se une en la actualidad a las dificultades económicas para edificar las 24 viviendas, 50 plazas de garaje y los locales comerciales previstos.
Ni salas, ni salones. Ni películas, ni viviendas. Ni cartelera, ni zona comercial. Hoy tan sólo quedan los recuerdos escondidos tras unos muros desvencijados llenos de pintadas y con los cristales rotos a través de los cuales muchos curiosos se asoman para ver el estado de las obras paralizadas.
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