Las últimas lluvias caídas en la capital zamorana han propiciado algunos desprendimientos en algunas viviendas antiguas. El último caso se daba este mismo viernes, cuando los bomberos respondían a una llamada de un vecino sobre las ocho y media de la mañana que advertía de que la fachada de un edificio de la calle San Torcuato había sufrido importantes desprendimientos.
Los cascotes habían caído a la vía pública sin ocasionar, por fortuna, ningún daño personal. Eso sí, los daños materiales eran cuantiosos a tenor de la cantidad de restos de elementos que estaban en el suelo. Los bomberos tuvieron que acudir al lugar para inspeccionar la fachada, soltar los elementos que estaban en riesgo de desprenderse y acordonar la zona para evitar que algún viandante resultase herido.
Los trabajos se desarrollaron en una vivienda que se encuentra prácticamente en la Plaza Alemania, junto a una conocida pastelería y enfrente de la farmacia.
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