Los vecinos del barrio de San Frontis no se cansan de ver a su Nazareno. El Jueves de Dolores, ‘el Mozo’ abandona su morada para subir a La Catedral en busca de su Madre. Pocos días después, el Martes Santo, desciende lentamente las pedregosas calles del casco antiguo para regresar a la margen izquierda del Duero y despedirse de su Madre.

Es en esas dos jornadas en las que el barrio de San Frontis puede disfrutar en la calle de su Nazareno. Un Nazareno que durante el año es custodiado en la iglesia del barrio, salvo en los dos días ya citados y también el 14 de septiembre. Ese día, la Cofradía de la Cruz y del Señor saca en procesión al Nazareno en la jornada de la Exaltación de la Cruz.

Así, este lunes, los vecinos acudían a las ocho de la tarde a la eucaristía y posteriormente acompañaban al Nazareno y a la Santa Cruz por las calles del barrio hasta regresar al templo de partida. Entre medias, los vecinos se mostraban jubilosos porque esta vez no eran ellos los que acudían al templo a ver al Nazareno, sino que era el propio ‘Mozo’ el que supervisaba y bendecía casa por casa y cada rincón del barrio.

Tras la procesión, en la que participaron decenas de fieles, el Nazareno volvía a reposar en la iglesia hasta que el Jueves de Dolores vuelva a ser levantado en volandas para ser el encargado de abrir, como cada año, la semana de Pasión.

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