Este domingo se cumplen tres meses desde que se celebraron las elecciones generales y el reloj sigue corriendo para los partidos políticos en la búsqueda de un acuerdo para formar Gobierno. La fecha límite es el 2 de mayo. De no haber un candidato con mayoría, habrá que repetir los comicios, con el coste adicional que ello conlleva. En el caso de la provincia de Salamanca, al menos un millón de euros.
El dispositivo establecido hace tres mes supuso 737.000 euros, en primer lugar por el dinero a abonar a las personas participantes en la jornada electoral, tanto en las mesas como en garantizar la seguridad. Además, habría que repetir la más de dos millones y medio de papeletas de color blanco para el Congreso de los Diputados, 287.000 de color sepia para el Senado y 655.000 sobres.
Y es que los candidatos podrían no ser los mismos. Tampoco la campaña electoral de los partidos, si deciden concurrir con nuevos eslóganes. De ahí que haya un gasto extra para los partidos políticos en cuestión de cartelería. Dinero que en parte proviene del Estado y, por tanto, de la recaudación de impuestos de todos los españoles.
El Ministerio del Interior estima que el gasto de unas nuevas elecciones superaría los 130 millones de euros: 48 millones de Correos (voto a distancia y propaganda); 12,8 millones del escrutino y la difusión de los datos; 12,59 millones de logística (papeletas, locales, campañas de difusión); y 55,1 millones que se dejan las administraciones públicas en todo el proceso (el despliegue de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado costó casi 13 millones).
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