Decenas de zamoranos quisieron estar presentes en el tradicional descendimiento del Cristo de las Injurias. Un descendimiento que se realiza para permitir que la imagen del Cristo salga de la capilla donde habitualmente se le rinde culto y posteriormente ubicarlo sobre la mesa que procesionará el Miércoles Santo.
Nervios de acero y mucha pausa fueron necesarios para realizar esta labor que, como cada año, acabó con un suspiro de alivio a la vez que de satisfacción de cuantas personas participan en esta complicada tarea. De esta forma, uno de los cristos más emblemáticos de la Semana Santa de Zamora ya está preparado para procesionar en la Real Cofradía del Silencio el Miércoles Santo.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios