El Zamora Club de Fútbol se vio sobrepasado por un Real Madrid Castilla más talentoso, rápido y vertical. Los rojiblancos tuvieron buenas fases de juego e incluso gozaron de varias ocasiones, pero fueron incapaces de acertar con la meta rival. Mientras, el Castilla hacía peligro cada vez que se acercaba a la meta rojiblanca.

La primera ocasión seria del encuentro fue para el equipo local. Un gran pase en profundidad acabó en las piernas de Sergi Mut que se topó con el meta merengue en la definición. A partir de ahí llegó una parte de dominio visitante y De Tomás abría el marcador con un testarazo a la salida de un córner. De ahí, y hasta el descanso ya no hubo goles. Miguel hizo una gran parada antes del asueto y Ochoa mandaba al palo un magistral saque de falta.

Los equipos se iban al descanso habiendo dejando ambos buenas sensaciones y con los más de 4.000 aficionados divirtiéndose porque había ocasiones en las dos porterías. Pero la salida de vestuarios ofreció un duelo diferente. El Castilla se mostró más entero físicamente, siguió siendo tremendamente veloz y vertical y hacía mucho daño a un Zamora que parecía partido. La pretemporada hacía estragos en las piernas de los rojiblancos, que empezaban a pesar más de la cuenta.

Un gol a los siete minutos de la reanudación fue el preludió del duro y tortuoso camino que se esperaba en la segunda parte. Burgui era el autor de la diana tras coger la espalda a la defensa. Y solo diez minutos después era Medrán, con un tiro desde dentro del área, el que fusilaba a Miguel. Entre medias, el Zamora lo intentaba a rachas. Tejedor y Rodri gozaron de buenas ocasiones que desbarató el meta.

Y a falta de quince minutos, Burgui volvía a marcar en otra jugada a la espalda de la defensa que le dejaba solo ante Miguel. El madrileño hacía una sutil vaselina para poner el definitivo 4-0 con el que finalizaba el choque.

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