No había champán, ni celebraciones, ni gente festejando un gran premio; pero las dueñas de los receptores de la Avenida Tres Cruces y de la Calle Arapiles, Carmen Gago y Pilar Gago, se mostraban satisfechas por haber contribuido a que una pequeña parte del segundo premio se hubiera vendido en la capital. “Este tipo de situaciones demuestran que en Zamora también puede tocar la lotería. A ver si con estas noticias nos animamos todos un poco y la gente ve real la posibilidad de que un buen premio llegue a Zamora”, explicaba Carmen Gago, en Tres Cruces.
En la misma línea se mostraba Pilar Gago en Arapiles: “Siempre es una satisfacción poder dar algo de un premio importante. No es la primera vez que damos un premio, aunque sí que es la primera vez que nos toca la fortuna en este sorteo de Navidad. Es verdad que un poco de suerte está en las administraciones, pero otra gran pizca de suerte está en las personas que lo compran”, comentaba sonriendo.
En ambos casos, se trata de dos establecimientos que son receptores de lotería, y no de administraciones. Ambos boletos fueron vendidos por terminal.
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