Unión del Pueblo Leonés persigue con esta petición poner sobre aviso a los mandatarios, a fin de que en caso de que el estado así se requiera intervengan requiriendo a los propietarios o por ejecución solidaria, ejecuten cuantas obras de consolidación fuesen necesarias para garantizar la salud del edificio.
Aunque la sintomatología de una casa abandonada suele quedar clara tras una inspección visual, existen técnicos especialistas que pueden corroborar de manera fehaciente tales sospechas. Poniendo en alerta sobre los riesgos que pueden acarrear a la concejalía encargada, que está obligada a tomar medidas, siempre que pudiera existir riesgo para el resto de edificaciones o viandantes.
Existe un número importante de edificaciones antiguas que por distintos motivos permanecen sin habitar, y que por ausencia de los dueños, emigrados en su mayoría, desinterés por la propiedad o falta de disposición económica, no están al cuidado de su estado, por lo que obviamente no pueden realizar las labores propias de conservación de la edificación. Siendo primordial, al menos el retejado y consolidación de paredes.
Por último UPL sostiene que esta situación también supone una imagen negativa y un riesgo físico para las personas. “Cualquier viandante puede ser víctima pagana del impacto de los desprendimientos que se produzcan en las fachadas. Y cualquier vecino tampoco queda exento de que viniéndose abajo el edifico afecte a las colindantes”, finaliza el grupo leonesista.
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