Luis Santamaría, experto en sectas: “Me preocupa que la gente entre en la dinámica de creérselo todo sin criterio alguno”

 Luis Santamaría, experto en sectas: “Me preocupa que la gente entre en la dinámica de creérselo todo sin criterio alguno”
Luis Santamaría, experto en sectas: “Me preocupa que la gente entre en la dinámica de creérselo todo sin criterio alguno”
Como delegado de Medio de Comunicación de la Diócesis de Zamora e integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), el cura zamorano Luis Santamaría desarrolla una intensa actividad dirigida a informar y a advertir de la proliferación de organizaciones perniciosas que intentan ganar adeptos con todo tipo de argumentaciones, en las que se entremezcla lo espiritual y lo esotérico, siempre con la credulidad y las necesidades ajenas como caldo de cultivo.

Recientemente, Santamaría, que ha elaborado numerosas publicaciones sobre el tema, algunas de las cuales se han convertido en referencia sobre el estudio de las sectas, ha participado como alumno en un curso en la Universidad de Córdoba con el sugerente título ‘Lavado de cerebro y control mental’.

Ser experto en sectas no significa que no se pueda ser alumno del tema.

Yo pensaba que iba a ir más gente, porque el título llama la atención, es algo sensacionalista, pero no fuimos mucho. Fue de lunes a viernes y allí nos encontramos con cuatro profesores impresionantes: la primera, Carmen Tabernero, la catedrática de Psicología Social de la Universidad de Córdoba; después Manuel Moyano, también de la misma disciplina, y el tercer y el cuarto día, uno de los mayores expertos en sectas desde el ámbito de la psicología, Álvaro Rodríguez Carballeira, y uno de los mayores expertos en terrorismo internacional, en yihadismo y todo esto, desde el ámbito de la psicología, Humberto Trujillo, respectivamente. Yo he aprendido mucho.

¿Control mental o lavado de cerebro?

El término lavado de cerebro quizás sea muy extremo, de aquellos prisioneros norteamericanos en la guerra de Corea, en los años cincuenta que, después de estar secuestrados unos días o unos meses por aquellos ejércitos comunistas, volvían a Estados Unidos proclamando las bondades del Maoísmo y lo malo que era el sistema capitalista. Más allá de estos ejemplos extremos, la manipulación es un fenómeno que abarca muchos ámbitos de la vida cotidiana y tenemos desde los medios de comunicación o los políticos o las grandes marcas, que quieren vendernos y nos quieren persuadir, hasta casos de abuso psicológico, que ahora se usa ese término, abuso psicológico, que puede haber en la pareja como, por desgracia, se da en ocasiones, y también puede darse en grupos, en la enseñanza…

¿Una advertencia hecha desde el cariño se interpreta como que va en contra de la persona afectada?

Sí. Es lo que inoculan los manipuladores. Juegan, básicamente, con las emociones de la persona y con lo cognitivo, es decir, los pensamientos, las creencias y los conocimientos, de forma que uno ya está preparado para responder a todas esas situaciones.

¿Y con las necesidades personales?

Y con las necesidades. Desde luego que sí. La vulnerabilidad del ser humano. Todos tenemos momentos en los que tenemos desasosiego, tenemos alguna dependencia fuerte, tenemos una crisis, algo que se nos desestabiliza, y necesitamos seguridad, necesitamos pisar suelo firme, saber que podemos agarrarnos a algo cuando fallan las cosas y, bueno, pues por aquí se nos puede meter mucha gente aprovechada. Si no somos líderes de nuestra propia vida, buscaremos otros líderes.

¿Es inmune alguien como usted, que examina los males e intenta aislarlos?

Alguien como yo puede ser más inmune pero, desde luego, nos pueden pillar en un momento de debilidad y nos pueden manipular. A veces, decía uno de los profesores del curso, tenemos esa vanidad de que somos como diamantes, nada nos puede rallar y, sin embargo, somos muy influenciables.

Si cae un sacerdote, cae cualquiera.

(Sonríe). Es que todos podemos caer. Es decir, yo puedo ser más inmune por el sentido crítico, por la vivencia de la fe, por el apoyo que uno recibe en la gracia pero es verdad que, al final, a todos nos pueden pillar por algún lado y por eso hay que estar alerta.

¿Dos conclusiones que se pueden sacar del curso?

Uno, que la época actual es muy proclive a esta manipulación. Yo creo que estamos fabricando carne de sectas. Es muy duro decirlo pero yo creo que eso es claro. Carne de sectas o carne de manipulación en muchos otros ámbitos.

¿El Estado de Derecho ha coincidido con el estado de la pérdida de valores?

Claro. Se mezclan ahí muchas cosas. Son tiempos de crisis. Algunos de los profesores nos comparaban esta situación con la que se dio en los años treinta en Alemania, que hace posible que crezca un régimen que convence a una mayoría de la población, que no era gente mala, y es gente que, al final, acaba tolerando hasta que huela a seres humanos quemados en los campos de concentración. Es decir, cuando necesitamos que alguien nos lleve, que alguien nos lidere, malo.

¿Qué es lo último en sectas contra lo que debemos estar prevenidos?

A mí me preocupa ya, todos estos años de crisis hemos dicho que crecen las sectas, crecen todas las ofertas de psicologías alternativas, de terapias espirituales, etcétera, y me preocupa que en un año y medio, yo creo que no más, se han multiplicado centros y ofertas de todo esto. Sin ir más lejos, hace unas cuantas semanas, en torno a la fiesta de San Pedro, en La Alhóndiga -se puede decir públicamente porque los carteles estuvieron públicamente puestos-, hubo una actividad sobre la homeopatía. Es algo de lo que dudo mucho. Los científicos dicen que eso no sirve para nada. Era una charla sobre homeopatía y energía vital. Hay que estar alerta con estos términos, con cosas que, en sí mismas, son positivas pero a ver qué es lo que hay detrás.

¿Fue mucha gente?

Fue bastante gente aunque eran fiestas de San Pedro, y era un presunto doctor indio que explicaba, en resumen y en un titular: Si tienes diabetes, no vayas a tratarte la diabetes porque vas a hacer poca cosa. Vete a los desequilibrios espirituales o de energías que hay en tu interior y, entonces, cuando afrontes eso y soluciones eso, pues se te quita la diabetes o la enfermedad que sea.

¿Es eso que llaman registros akáshicos? (del sánscrito 'akasha', espacio, éter)

Los registros akáshicos, que están ahí, en otra dimensión, y que tienen la memoria de la humanidad, del presente, del pasado y del futuro. Leer registros akáshicos: 70 euros de nada. Constelaciones familiares: No sé cuánto. Reiki… Bueno, a mí me preocupa toda la proliferación de estas cosas y que la gente entre en esa dinámica de creérselo todo; de creérselo todo sin criterio alguno. ¿Esto es científico? ¿Es espiritual? ¿Qué es? Porque nos lo mezclan todo para darnos algo atractivo y hay mucha gente crédula que está entrando en eso.

¿Siempre hay beneficio económico por medio?

A veces está muy claro el tema del beneficio económico pero otras veces, no. Otras veces, a lo mejor, es una persona que tiene alguna patología y que se cree lo que está diciendo y, para eso, necesita de la influencia sobre personas, del poder, del dinero, hasta de la explotación sexual a veces. Para dominar a la persona tienes que dominarla por entero para cumplir tu delirio porque te crees el enviado de la divinidad o porque te crees por un extraterrestre. Yo qué sé…

¿Se han vuelto a ver pegatinas apocalípticas en los porteros automáticos de Zamora?

El gran aviso de Dios... Pegatinas no han vuelto a poner pero sí que en alguna iglesia dejan papeles. Van a la población católica, a la gente de fe sencilla para asustarla con todo esto, y lo he visto en Zamora y ya lo he visto en otros lugares de España, que ya me empiezan a escribir y al consultar qué pasa con esto, está diciendo la Virgen algo, viene el fin del mundo, este Papa es falso y es el falso profeta… Se están aprovechando.

¿Adónde puede dirigirse quien necesite consultar o denunciar algún caso de este tipo?

Es fácil, porque yo pertenezco a la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Buscando esto en Internet, enseguida se encuentra. Tenemos varios blogs, correo electrónico y estamos también en Facebook y en Twitter. Para escribirnos por correo electrónico: ries.secr@gmail.com. Ahí atendemos las consultas e intentamos ayudar en la medida de lo posible a quien le haga falta.

 

 

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