Con banderas negras en señal de luto, en silencio y a marcha lenta, cerca de una treintena de zamoranos pedalearon en la tarde de este miércoles por las calles de la capital con motivo de la ‘Ride of Silence’ o ‘Marcha del Silencio’. Tal y como explicaba Fernando Mesonero, el paseo perseguía un objetivo no de reivindicación sino de recuerdo a las víctimas de accidentes con la bicicleta. 

En este sentido, el responsable de ‘Amigos de la Bici’ lamentaba que “cada vez somos más y sin embargo las cifras de accidentabilidad se resisten a ser menores”. Por ello, Mesonero apelaba a la sensibilidad de políticos y ciudadanos de a pie y proponía el fomento de una “gran educación vial” como uno de los frenos a la alta siniestrabilidad. 

Respecto al Plan de Movilidad recientemente presentado por el Ayuntamiento de Zamora, Mesonero invitaba a todos los zamoranos como “ciudadanos responsables” a “implicarse en el modelo de ciudad que queremos” y a “mojarse para mejorar y crecer, les guste la bici o no”. 

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Antidio Fagúndez, agradecía el trabajo realizado por Mesonero ya que el citado plan recoge “muchas propuestas” planteadas por su colectivo y reiteraba sus palabras: “lo importante es tener un Plan de Movilidad duradero a lo largo de diferentes ejercicios y que cuando tengamos fondos para poder destinar, tengamos un documento de trabajo en el que saber donde invertir con cabeza”. 

Antes de iniciar el recorrido urbano de aproximadamente unos veinte kilómetros, Fernando Mesonero leyó un poema en homenaje a las víctimas ciclistas y se guardó un minuto de silencio. De este modo, la marcha en Zamora cumple su octavo año y novena edición desde que en 2008 se adhiriera al movimiento global ‘Ride of Silence’, una marcha cicloturista que fue organizada por primera vez en 2003 en Estados Unidos después de que un amigo de un ciclista muriese golpeado por el espejo de un autobús escolar. 

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