La primera parte fue de claro dominio visitante. El Burgos fue muy superior a un Zamora que parecía nervioso, impreciso e incapaz de dar dos pases seguidos a la hora de crear juego. El doble pivote impuesto por Roberto Aguirre con Rivas y Kurbus carecía, como se preveía, de creación de juego; además, Moke se hizo enorme en la medular y él solo manejó a su antojo el centro del campo del Ruta de la Plata.

Los minutos pasaban y la sensación de dominio del Burgos era cada vez más abrumadora. Eso sí, pese a ese control casi constante durante todo el primer acto del cuadro de Fede Castaños, el Zamora era capaz de mantenerse firme e incluso superior en la zona clave del fútbol: las áreas. Los rojiblancos gozaron de dos acercamientos a la meta castellana y en ambas generaron peligro. Mientras, el Burgos tan solo estuvo cerca del gol en un disparo de Andrés, al cuarto de hora, en un lanzamiento que se marchó demasiado cruzado rozando el palo.

El resto del primer acto, dominio claro y hasta insultante de un Burgos que, pese a la inspiración de Cristian arriba, no fue capaz de marcar por el buen trabajo defensivo de la retaguardia del Zamora.

Tras el descanso, la situación se mantuvo. Moke seguía siendo el jefe del centro del campo y aportaba a su equipo recuperación, físico, contundencia, calidad e incluso pases perfectos a los costados que generaban llegadas. Mientras, Kurbus y Salva Rivas, mediatizados los dos por sendas amarillas, apenas podían tener el control en esa zona. Pero nuevamente, la defensa del Zamora se impuso a la retaguardia de un Burgos que pese a llegar con cierta claridad a la zona de peligro, no generaba ocasiones claras de gol. De hecho, Cantero tan solo tuvo que intervenir en tres acciones a tres disparos relativamente mansos que fueron a sus manos.

Y cuando el encuentro entraba en su recta final, y con ambos entrenadores comenzando a mover sus piezas en forma de cambios, llegó el gol del Zamora. El Burgos había tenido anteriormente una posesión de dos minutos, con infinidad de toques y culminando la jugada en un centro tímido de Moke que atajó Cantero. El meta sacaba rápido, habilitaba a Arkaitz en la banda, y el máximo artillero del Zamora asistía tras una gran cabalgada a Manu Gavilán. El delantero sevillano remataba de cabeza y hacía el tanto local en uno de los escasos tiros a puerta del Zamora en todo el partido.

Restaban todavía quince minutos, pero el Burgos fue presa de sus propias precipitaciones y el Zamora supo gestionar perfectamente esa parte del encuentro para ganar 1-0 en un encuentro práctico que deja a los rojiblancos en décima posición, con 26 puntos, a tres puntos de puestos coperos y mejorando ya los números de la temporada pasada que le llevaron a jugar la Copa del Rey.

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