Tras su canonización por Benedicto XVI en 2011, y a la espera de que sea nombrada patrona de la mujer trabajadora, este viernes Bonifacia Rodríguez de Castro era nombrada presidenta de honor de la Asociación Zamorana de Mujeres Empresarias. Un reconocimiento más que ensalza la figura de esta “empresaria del siglo XIX”, según la definió Adela Cáceres, sierva de San José y escritora de distintas publicaciones sobre la biografía y obra de la santa salmantina. 

Una mujer “emprendedora y pionera” que dos siglos atrás fundó la congregación de las siervas de San José precisamente debido a la situación laboral de la mujer en aquel tiempo. Su objetivo es que las mujeres “se pudieran ganar el pan con el sudor de su frente sin depender de  sus maridos y padres”, una meta ambiciosa y “escandalosa” que le pasó factura en tierras charras. Según relató Adela Cáceres, el trabajo y la promoción femenina fueron los dos ejes polémicos en torno a los que se desarrolló la actividad de la congregación y los cuales provocaron su destitución como fundadora de la hermandad en Salamanca y su consecuente traslado a Zamora, donde finalmente pudo desarrollar su proyecto de educación y formación. “Sin Zamora no sería la Santa Bonifacia”.

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