Desde el principio se notó que el Zamora estaba necesitado. Ansioso por demostrar a la afición que el mes de febrero tan solo había sido un gatillazo puntual, los rojiblancos salieron desde el primer segundo con una verticalidad sorprendente. Un ahínco por llegar a la meta rival que quedó patente en la primera acción de saque de centro en donde David Álvarez y Manu Moreira se plantaron en la frontal del área en un eslalon ‘maradoniano’. 

Esos primeros minutos fueron para un Zamora que vio como Coque fallaba el primer mano a mano con Ivanildo tras una gran acción de Aarón Aguado. Un Aarón Aguado que se destapó como el mejor jugador de la primera mitad. Una asistencia de gol a Coque, que el salmantino tiró por encima del larguero, y un penalti provocado tras un regate pícaro en el corazón del área, que lanzó Edu Ruiz, fueron las dos acciones claves en las que participó el jugador zamorano que actuó de delantero centro acompañando a David Álvarez. 

Con esa diana de Edu Ruiz desde los once metros se llegaba al descanso con las sensaciones de que el Zamora estaba lejos de su mejor nivel pero que le valía para ir por delante. Todo ante un Bembibre que se mostró valiente, con ganas de dominar el terreno y el balón, aunque sin tener llegadas de verdadero peligro, mostrando quizás una falta de experiencia en zona de tres cuartos para estar certeros en el último pase. Así, tras un primer acto serio del Zamora y valiente del Atlético Bembibre se enfilaba la segunda mitad.

Una segunda mitad en la que el Zamora fue de más a menos. Los jugadores de Balta quisieron cerrar el partido, pero ni David Álvarez tras una gran jugada individual, ni Aarón Aguado tras un pase de la muerte de Coque, lograron marcar. Los dos arietes rojiblancos no estuvieron finos de cara a gol pero su trabajo en vanguardia fue de elogiar. Con el paso de los minutos, la incertidumbre se instalaba en las gradas. El Zamora empezó a recular, se metió en su campo y le cedió la posesión al Bembibre. Eso sí, los visitantes tan solo tuvieron una acción clara de peligro que desbarató Valverde. Ese dominio de balón y de terreno fue estéril para una escuadra leonesa que no tuvo argumentos en la parte decisiva del campo.

En el tramo final, los balones largos del Atlético Bembibre hicieron pedir la hora al Zamora y a su hinchada. Una hora que decretaba el colegiado y que cerraba la contienda con el 1-0 favorable a un Zamora que sin mucho juego y sin mucho brillo consiguió lo realmente importante: una victoria que espanta fantasmas tras un mes de febrero muy irregular. Además, con la derrota del Palencia en Ciudad Rodrigo, los rojiblancos aventajan en cinco puntos al segundo, que ahora es la Gimnástica Segoviana con quien el Zamora tiene ganado el golaveraje.

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