Con sonrisas, gestos hacia el público que abarrotaba la sala y detalles de complicidad, Mar Rominguera, Antonio Plaza y Soraya Rodriguez han escenificado este lunes el fin de la crisis en el PSOE de Zamora. Los secretarios de la agrupación local y provincial y la presidenta del partido en Castilla y León han comparecido ante los medios y ante sus militantes, invitados al acto, para intentar dejar claro que la formación deja atrás una crisis que han calificado de "lamentable" y "seria" y que les ha conducido a una situación que "no se puede sostener".

Uno por uno, empezando por Plaza, los tres representantes del partido han aportado sus argumentos para justificar la retirada de la confianza en los portavoces, una medida que dio lugar a la fuga de concejales y diputados, y han llamado a sus afiliados y simpatizantes a "mirar hacia adelante", con la vista puesta en las Municipales de mayo: "Estamos aquí para explicar la grave situación que ha atravesado el partido. Nos interesa trabajar y dejar la crisis atrás, pero hemos de reconocer un problema serio que se ha generado y que ha alcanzado límites que no se pueden sostener", ha apuntado el secretario provincial.

Del mismo modo, Plaza se ha mostrado suave en la crítica hacia los compañeros que han decidido abandonar el partido y ha destacado el "máximo respeto" que les profesa, "principalmente a los dos portavoces" de las instituciones: "Lo que comparto es la sensación de pesar y de desazón", ha aseverado el responsable provincial del PSOE, antes de lamentar que "han pasado una línea roja" y que "simple y llanamente estaban creando otro nuevo partido", algo que, a su juicio, "no daba otra salida": "No es agradable. En la provincia de Zamora, ser alcalde requiere un esfuerzo añadido, pero no podía seguir manteniéndose esta situación", ha remachado.

Por su parte, Rominguera ha sido algo más dura con Fuentes y ha comenzado su intervención culpando al que fuera candidato a la Alcaldía de Zamora por el PSOE: "Se hacía imprescindible dar una explicación de la situación lamentable a la que nos ha conducido su deslealtad", ha analizado la secretaria local, que ha enumerado a continuación las causas de la decisión del partido: "Él hablaba de un partido que se está formando y hablaba de sus impulsores. Decía que habían compartido muchas horas, que les echa una mano y que no tenía decidido si se pasaba. También que había participado en reuniones cuando se estaban fraguando las discrepancias", ha apuntado la diputada nacional, que ha incidido en lo "profundamente dolidos" que se encuentran.

Por último, Soraya Rodríguez, que ha tenido un papel preponderante en la rueda de prensa, ha mostrado el apoyo del partido a los dirigentes zamoranos. La presidenta del PSOE en Castilla y León ha hablado con vehemencia, sobre todo en sus constantes referencias al Partido Popular, y ha respondido incluso a cuestiones de índole local, ante los murmullos de aprobación y alguna ronda de aplausos de los militantes que han asistido a la rueda de prensa: "Es un momento difícil para el partido y la organización. Quería manifestar mi apoyo personal a los cargos públicos de una extensa provincia que conozco mucho y a la que quiero mucho", ha afirmado la exportavoz del partido en el Congreso.

Antes de lanzarse a responder a las declaraciones de Martínez-Maíllo y de enfrentarse a las preguntas de la prensa, Rodríguez ha concluido su intervención inicial sobre la crisis remarcando que "hay que ser absolutamente leales" y que "no es posible que nadie trabaje desde dentro para hacerle daño al partido". "Cuando se demuestra una quiebra tan importante de lealtad, hay que tomar decisiones, aunque sean duras, y hacerlo de forma rápida. Hay que mirar hacia adelante y seguir trabajando", ha zanjado.

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