La N-631 contará con rastros de feromonas y repelente de orina para minimizar los accidentes

Una de las mayores preocupaciones del Gobierno y de Tráfico es la siniestralidad en las carreteras por causa de la fauna salvaje, si bien es un problema en el que están implicadas varias administraciones y distintos organismos de todas ellas, tanto públicos como privados.

 Siete heridos en un accidente en la N-631 a la altura de Tábara
Siete heridos en un accidente en la N-631 a la altura de Tábara

Según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, en lo que va de 2017 se han producido en Zamora 763 accidentes con fauna, todos ellos sin víctimas. En 2014, los siniestros por esta causa fueron 771, en 2015 se registraron 878 y 1.051 el año pasado, 2016.

Por lo que atañe a la Administración General del Estado, tanto Tráfico como el Ministerio de Fomento, a través de la Unidad Provincial de Carreteras, están adoptando todas las medidas posibles para aminorar al máximo la incidencia de la fauna salvaje en el tráfico rodado de la provincia, con iniciativas de señalización horizontal y vertical, limitaciones y avisos luminosos, y la puesta en marcha de un proyecto experimental en la N-631.

Repelentes en la N-631

Desde el pasado mes de agosto, el Ministerio de Fomento ha puesto en marcha un proyecto experimental, a base de rastros de feromonas y repelente de orina de lobo, para minimizar el impacto de la fauna en la carretera Nacional 631, aprovechando el cerramiento del Trazado de Alta Velocidad entre Tábara y Litos.

El proyecto se ensayará al menos durante un año en un tramo de 5 kilómetros de la recta de Litos, en paralelo a dos puntos de paso de fauna y uno de vehículos construidos en el trazado del AVE.

El falso túnel del Alto de Sazadón se convierte, además, en un corredor de fauna tras la construcción del vallado que ha aislado la infraestructura a cualquier paso, animal y humano, para garantizar la seguridad. El cierre ha concentrado el paso de animales sobre determinados puntos de la polémica carretera por el número de accidentes que registra anualmente.

En una primera fase, a finales del mes de agosto, se instalaron todas las señales de limitación a 50 kilómetros hora, en dos tramos de 350 metros, que coinciden con las zonas utilizadas habitualmente por los animales al desplazarse por este territorio. El lugar de tránsito de la fauna quedó reflejado en el estudio de Impacto Ambiental del AVE, que propició la construcción de los pasos de animales en los lugares señalados.

En una segunda fase, a primeros del mes de septiembre, se instalaron el repelente de orina de lobo y las feromonas de las especies que transitan por el territorio. La finalidad de la orina del lobo es evitar el paso de animales por esas zonas. Los botes con el líquido están colocados en estacas a ambos lados de la carretera en varios tramos a lo largo de estos cinco kilómetros experimentales.

Este método de uso de repelentes se ha empleado en el Principado de Asturias, en un proyecto de colaboración entre el Ministerio de Fomento y la Consejería de Medio Ambiente, que está dando resultados positivos. Y en Zamora, aunque la evaluación consolidada se hará después de un año de funcionamiento, las sensaciones iniciales son positivas.

En una tercera fase se ha completado con señalización visible de advertencia de fauna a lo largo de 25 kilómetros, tanto en dirección Zamora como en dirección a Mombuey. Las limitaciones de velocidad, que afectan a dos tramos, pueden suponer 12 segundos más de tiempo en el viaje de circular a 70, según la valoración de expertos de Fomento.

El proyecto experimental podría extenderse a otros tramos de la nacional, dependiendo del resultado que se obtenga a lo largo de un año. La finalidad del experimento es evitar y reducir el número de accidentes.

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