El viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Juan Pedro Medina, arremetió contra las políticas verdes de Europa y manifestó su deseo de que, de cara a las elecciones europeas de 2024, esta tendencia se revierta a una de producción sostenible, con tecnología, y que no incentive a no producir y a encarecer los precios de producción.
Medina realizó estas declaraciones en el marco de la XXXII Asamblea General de Socios de ASAJA Salamanca, donde acudió en lugar del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, que no pudo asistir por problemas de agenda. Un acto en el que la PAC fue protagonista y al que también asistieron el presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, quien recibió la insignia de oro de la organización; el presidente regional, Donaciano Dujo; y el provincial, Juan Luis Delgado.
“Podemos hablar de cómo se demonizan nuestros alimentos, el azúcar, la carne, la harina o hasta la leche, o podemos decir cómo se protege más al lobo o a las mariposas que a nuestras vacas, nuestras ovejas o nuestros cereales”, demandó el viceconsejero con referencia a una Europa que “debería reflexionar el modelo agrícola y ganadero que quiere”.
Durante esta jornada, la PAC fue uno de los temas centrales tratados. En líneas generales, según resaltó Pedro Barato, es un modelo que comienza con poco recorrido y perjudica al agricultor profesional y a la agricultura. Asimismo, afirmó que es una política cada vez más exigente pero que no aumenta en fondos y que, ante las complicaciones surgidas en los últimos años, las sequías o incrementos de costes, esta petición de bajada de precios solo perjudicará a los agricultores.
“Habrá que bajarlos en unas razones objetivas, si por arriba dicen de bajar precios, ya sabemos quiénes van a sufrir las consecuencias”, matizó, a lo que añadió que “cuando se deja actuar y no se enreda y no se perjudica a los sectores, tenemos una viabilidad mejor que no teníamos antes”.
Tuberculosis bovina
Entre los problemas del último año, destacaron también el de la tuberculosis bovina. “Hay que exigir a las administraciones que no creen más problemas, que den soluciones”, reclamó Barato, en una cuestión que afecta de lleno en la provincia de Salamanca. “Nadie entiende que una vaca tuberculosa nos la podamos comer y no podamos compatibilizar esta enfermedad con la actividad, como en Francia”, afirmó.
Así lo destacó también Juan Luis Delgado, quien matizó que desde ASAJA “llevamos muchos años pidiendo un cambio, que haya unas normas más flexibles que nos permitan vivir a las ganaderías de bovino, sobre todo a las extensivas, que son más difíciles de manejar”. Con ello, destacó que la ganadería está viviendo un “momento crítico” y que deberán “discrepar mucho con nuestras administraciones y que ellos hagan lo propio con los que marcan las normas porque de esta manera no podemos seguir”. Por ello anunció que, en consenso con todas las organizaciones, “si esto no se revierte, casi seguro que saldremos a la calle”.
Balance de 2022
Por su parte, Donaciano Dujo, en el balance realizado del 2022, consideró que el año “fue malo en cuanto a agricultura y ganadería, y catastrófico en cuanto a normas políticas. “En estos momentos tenemos la ilusión y esperanza de que el año sea bueno, de que la primavera sea abundante en pluviometría para tener buena cosecha y pastos”, afirmó.
Asimismo, afirmó tener “la obligación de tener un año bueno y con precios dignos”, ante el temor de cumplir la ley de la cadena agroalimentaria si los precios vuelven a caer. “De haber subido estos precios no hubiésemos sembrado lo que hemos sembrado, porque no salen las cuentas”, señaló.
En el lado político, lo calificó como un “desastre” debido a la puesta en marcha de la PAC, “la peor que hemos tenido desde la entrada de España en la Unión Europea”, además de haberse “seguido fortaleciendo la problemática de los salvajes, especialmente el lobo”. “El año 2022 superamos en Castilla y León más de cinco mil animales muertos por el lobo”, denunció.
A los problemas, añadió la aprobación del Plan Hidrológico de la cuenca del Duero 23-27, que “puso precio al agua”, y recalcó que “tenemos una situación en la cual hay un desánimo general por la incertidumbre económica y política que nos lleva a no tener una claridad de futuro en un sector estratégico y primario”.
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