El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, José Ángel Arranz, se ha reunido hoy en el Centro del Fuego de León con el director general de Medio Natural y Planificación Rural del Gobierno del Principado de Asturias, David Villar; el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria, Antonio Javier Lucio, y la directora general de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia, Belén do Campo, han constituido un Grupo de Trabajo sobre la gestión del lobo ibérico en los territorios del Noroeste de España con presencia continuada de lobos en las últimas décadas. Han acompañado a los respectivos directores generales con competencias en biodiversidad los técnicos de las Administraciones regionales expertos en la gestión de la especie.
En esta primera sesión, se ha puesto en evidencia la necesidad de recopilar el importante bagaje de conocimiento acumulado en las Comunidades Autónomas (CCAA) que han gestionado la especie, a través de diferentes fórmulas que se adaptan a las características y singularidades de cada territorio. Cobra especial importancia el análisis de los datos recogidos desde el año 2014 en las sucesivas campañas de estima poblacional realizadas por las CCAA según la metodología aprobada en la vigente Estrategia para la conservación del lobo en España.
Experiencia en la gestión y conservación del lobo
Como principales referencias, en esta reunión se han puesto en común los trabajos realizados anualmente desde hace más de veinte años en el Parque Nacional de Picos de Europa, las estimas poblacionales anuales desarrollados en Asturias que incluyen radioseguimiento con GPS para mejora de conocimiento etológico, las campañas de estimas y censos desarrollados en Galicia y Castilla León, donde además parte de su población se encuentra protegida y recoge una mayor intensidad de seguimiento. En total, estos territorios acumulan más del 98% de la población de lobo ibérico en España y son miles los datos recogidos en transectos, recogida de muestras, estudios veterinarios y análisis de restos con numerosas instituciones universitarias o investigadoras, que han generado artículos científicos de importante calado.
Y es que ese estudio conjunto de los datos de cada región resulta crucial para conocer el estado de conservación de una especie, a semejanza de los trabajos realizados con los recursos propios de estas mismas Comunidades Autónomas en el marco de otros planes o programas como el vinculado al Oso Pardo Cantábrico y que cuenta con una gran solidez en sus resultados.
Punto de encuentro para criterios técnico-científicos, puesta en común y coordinación
Como objetivos a corto plazo de este Grupo de Trabajo que se constituye hoy está el de servir de punto de encuentro para la emisión de criterios científico-técnicos, la puesta en común de experiencias en la gestión y la coordinación efectiva de las acciones de estima poblacional de la especie, tal y como se viene haciendo con especies como el Oso Pardo Cantábrico o el Urogallo Cantábrico, abordando estas comunidades autónomas censos coordinados con resultados avalados por científicos de primer orden.
Desarrollar censo coordinado del lobo ibérico
En el seno de la sesión se ha acordado, asimismo, desarrollar un censo coordinado del lobo ibérico en el territorio que alberga la mayoría de las poblaciones de lobo en España, según la metodología avalada por la propia Estrategia como primer paso para conocer el verdadero estado de conservación de la especie, siguiendo la lógica de actuación que todos los organismos internacionales promueven y siendo la propia Comisión Europea a través de la Directiva Hábitats la que insta a los Estados Miembros a ese primer paso ante de cualquier otra medida.
Se ha analizado también la deriva seguida por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) en relación, tanto con la desacertada inclusión del lobo ibérico en el LESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) “sin razones científico-técnicas que lo avalen, sin conocimiento sobre el estado de conservación de la especie y, sobre todo, por vez primera, sin el consenso de los territorios que gestionan la mayoría de las poblaciones de lobo en España; una gestión que nunca ha de desligarse de los habitantes del medio rural y ha de buscar un equilibrio en la coexistencia con la población local, algo que no se ha tenido en cuenta pese a las continuas peticiones de diálogo y consenso que desde las CCAA se trasladaban a esa Dirección General” del ministerio, según los directores generales del Noroeste de España.
Desacuerdo con el proceso y el borrador de la estrategia del Ministerio para la conservación
Otra de las propuestas del Grupo de Trabajo del Noroeste constituido hoy en León es la de manifestar el desacuerdo formal tanto con el proceso de revisión como del borrador de la vigente Estrategia para la conservación del lobo en España, “que está teniendo un desarrollo diametralmente opuesto al que en su momento se llevó a cabo y que permitió un diálogo entre todos los sectores, un acuerdo general de los ponentes y, sobre todo, redundó en una mejor gestión del territorio que ha permitido una clara recuperación de las poblaciones en el noroeste peninsular, uno de los territorios con mayor densidad de lobo de Europa, lo que constata que el lobo no se encuentra en un estado de conservación desfavorable”.
Según los directores generales de Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia, el diagnóstico de la situación legal del lobo parte de la premisa incorrecta de un estado de conservación desfavorable para la región biogeográfica atlántica “valorado” en un informe sexenal correspondiente al período 2013-2018 plagado de inexactitudes y elaborado desde esa Dirección General del MITERD, “prescindiendo de los datos que fueron proporcionados por las comunidades autónomas de la región biogeográfica atlántica”.
Y es que, según estas cuatro CCAA, “en el proceso de revisión actual no se ha seguido el procedimiento administrativo; no se han tenido en cuenta las aportaciones de los técnicos y expertos de las comunidades autónomas; se ha menospreciado la experiencia en más de 20 años de gestión del territorio; se ha ultrajado la esencia de una estrategia que perdería con esta nueva redacción el objetivo de conservación de la especie y prueba de ello es que se trata de la primera vez que se cambia el título de una Estrategia, intentando poner por delante la ordenación de actividades que no son de su competencia para justificar la inoperancia y la desafección que esa Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene para con el medio rural, con sus habitantes y, finalmente, también con el propio lobo”.
Por tanto se ha tomado la decisión por parte de las CCAA de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla León de abandonar el Grupo de Trabajo tutelado por el MITERD, “y en el que la Dirección General de Biodiversidad del MITERD pretende utilizar de forma capciosa para dar carta de naturaleza a un trabajo que, ni se ajusta a los mínimos criterios de exigibles, ni cuenta para nada con el respaldo del personal técnico de las comunidades autónomas que precisamente albergan y gestionan las poblaciones de lobo ibérico en España”.
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