La Patrulla de Seguimiento de Fauna abatía hace dos semanas un ejemplar de lobo ibérico en San Miguel de la Ribera. Esta captura respondía a las labores de control de la especie que efectúa la Junta de Castilla y León al sur del Duero para disminuir el número de ataques al ganado. El ejemplar abatido formaba parte de la manada que durante los dos últimos meses ha atacado en 13 ocasiones a esta explotación provocando la muerte de más de 130 ovejas.
Hay que recordar que la decisión de eliminar un ejemplar se toma en el marco de las excepciones de la Directiva Hábitats y ante individuos que presentan una especial querencia al ganado doméstico, siendo éstos los responsables de la mayor parte de los ataques, por lo que su control disminuye de manera significativa el número de siniestros.
Esta actuación se realizaba de manera excepcional y como complemento a las medidas que se vienen poniendo en práctica por parte de la Junta de Castilla y León para compatibilizar la actividad ganadera con la presencia del lobo al sur del Duero.
Pero tras esa situación, los ataques se siguen produciendo (el último este fin de semana), lo que ha llevado a la Junta a acelerar los trabajos para poner en marcha un programa piloto en esta explotación para comprobar si así se reducen los ataques. Se trata de la colocación de una valla especial alrededor de la explotación para impedir la presencia del lobo en la zona y de esa forma no perder más cabezas de ganado.
“Para reducir el número de ataques no solo hay que abatir ejemplares, también tomar otro tipo de medidas. Por eso estamos hablando con el ganadero más afectado y estamos trabajando para poner en marcha un programa piloto de vallado que costeará íntegramente la Junta. Si ofrece resultados, se implementará en más explotaciones”, comentaba Alberto Castro este martes tras un nuevo ataque en esa explotación; a la vez que explicaba que esta medida debe ir acompañada de otras que deben tomar los propios ganaderos.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios