COAG alerta: la fauna desplazada por los incendios amenaza cultivos, colmenas y carreteras en Castilla y León
Agricultores y ganaderos temen graves daños por la irrupción de ciervos, corzos, jabalíes y osos en busca de alimento tras perder su hábitat en los fuegos del verano.
La organización agraria COAG ha advertido de la creciente inquietud en el campo castellano y leonés ante las reacciones imprevisibles de la fauna silvestre tras los incendios que arrasaron miles de hectáreas en agosto. El desplazamiento de especies como lobos, zorros, ciervos, jabalíes u osos está generando temor entre agricultores, ganaderos y apicultores, que anticipan pérdidas en cosechas, explotaciones ganaderas y colmenares.
Expertos consultados por COAG reconocen que los incendios han sido de tal magnitud que resulta difícil prever cómo reaccionarán los animales privados de alimento y refugio. “Un fuego capaz de arrasar 10.000 hectáreas en un solo día altera por completo los modos de vida de la fauna”, señaló Gaspar Anabitarte, especialista en medio ambiente de la organización.
Consecuencias inmediatas
La entidad subraya que el lobo, más adaptado a sortear el fuego, podría haber sufrido bajas en sus camadas, aunque la mayoría de manadas habrían sobrevivido. En el corto plazo, la presencia de cadáveres de ungulados en los montes podría reducir los ataques de lobos al ganado, aunque también forzará a estos depredadores a explorar nuevos territorios.
Más preocupante es la situación de los herbívoros. Ciervos, corzos y jabalíes se verán obligados a buscar alimento en cultivos agrícolas, lo que augura “estragos” en las tierras de labor. A ello se suma el temor de los apicultores leoneses a la llegada del oso pardo a los colmenares, al verse privado de bayas y frutos del bosque, básicos en su dieta.
Riesgo en carreteras
COAG recuerda además que la fauna salvaje ya está detrás del 70 % de los accidentes de tráfico en Castilla y León, con 12.291 siniestros registrados en 2024 —uno cada 45 minutos—. La migración forzada por los incendios puede disparar estas cifras, por lo que la organización pide extremar la precaución al volante en las zonas próximas a los fuegos.
“Cuando el hambre aprieta no hay barreras”, advierten desde COAG, señalando que muchos animales han perdido el miedo incluso a entrar en pueblos, viñedos y plantaciones, donde buscan alimento a costa de provocar serios destrozos.
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