La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Leticia García, se ha reunido esta mañana con los ganaderos afectados en la provincia por la enfermedad hemorrágica epizoótica, una enfermedad “nueva” que estaba en América del Norte, Australia, África, Asia, pero no había constancia en Europa hasta noviembre de 2022, por lo tanto, nos enfrentamos a una enfermedad nueva que está en fase de estudio.
García ha incidido en que, desde el punto de vista que tiene las competencias de la Junta, pretenden aportar transparencia y ponerse a su disposición, aunque es una materia marcada por la normativa europea, también por el Ministerio de Agricultura con sus correspondientes competencias y desde el ámbito de la Consejería de Agricultura ejecutan toda la normativa.
El Ministerio va declarando los distintos focos y se ha ido extendiendo por todas las provincias quedando libre solamente el norte de la península. De la información que da el Ministerio, se sabe que es una enfermedad que afectaba fundamentalmente a ciervos, corzos y gamos, pero se ha ido extendiendo a otros animales. En este sentido, García ha señalado que en el ganado vacuno la clínica que produce es moderada y autolimitante durante unas dos semanas; en el ovino es susceptible a la infección, pero poco susceptible a la enfermedad clínica y en el caprino ya es muy poco susceptible a la infección.
La situación en Zamora a día de hoy
La delegada territorial ha explicado que los servicios veterinarios llevan trabajando desde el primer momento que se supo en la información que va llegando. El 11 de agosto fue el primer día que se obtuvieron muestras por parte de los servicios veterinarios y desde entonces ocho ganaderos se han puesto en contacto con las unidades veterinarias comunicando la sintomatología en sus explotaciones y los servicios de las unidades veterinarias han ido llevando a cabo el seguimiento.
Esto ha supuesto un censo de 1.000 animales hasta la fecha analizados, posibles afectados con 48 tomas de muestras de las cuales 47 dieron positivo. Del total, 25 muestras se tomaron sobre animales que presentaban síntomas de la enfermedad y otras 23 se hicieron sobre animales que no presentaban esa sintomatología tan evidente.
De las ocho explotaciones controladas se han registrado 152 vacas con síntomas y a día de hoy han muerto 12 animales. Estos 12 animales significan sobre ese censo de 1.000, un 1,2% de mortalidad.
De las informaciones de última hora, en el día de hoy hay sospecha en dos explotaciones más en Cabañas de Sayago en las que se realizarán muestras a lo largo de la jornada y, además, han recibido un escrito de veterinarios en el que les indican 39 explotaciones en la zona de Sayago, Zamora y Fuentesaúco en las que presentan posibles síntomas y se procederá a investigarlos.
Dado el periodo en el que se han producido las muertes de las que tiene constancia, del 5 al 28 de agosto, era el periodo de máximo calor y es posible que esto haya agravado la sintomatología y las muertes de los animales, pero esta todo en fase de estudio y no es posible todavía establecer una correlación directa.
“Hay un aumento de la sospecha de casos clínicos, esto es evidente, y lo que está haciendo la Junta de Castilla y León es fundamentalmente un estudio y seguimiento de las explotaciones afectadas, aquellas que presentan síntomas compatibles con esta enfermedad y se trata de comprobar los índice s de mortalidad, de morbilidad y de evolución de la propia enfermedad”, ha resaltado Leticia García, añadiendo que el primer paso tiene que ser siempre la comunicación, aquellos ganaderos y veterinarios que vean síntomas compatibles es necesario que lo comuniquen, es una enfermedad de declaración obligatoria.
Como novedad en este momento se está incluyendo una instrucción, que en aquellas unidades veterinarias en las que ya haya casos, con la comunicación de los síntomas no será necesaria la toma de muestras, solo la comunicación.
La Dirección General está poniendo en marcha un protocolo de actuación que va a tener en cuenta sobre todo el estudio de la sintomatología, se están estudiando las posibles rutas del mosquito culicoides que es el vector de esta enfermedad, remitirla al Ministerio a fin de buscar una vacuna de carácter preventivo que actualmente no existe.
Las medidas que vienen recomendando son insecticidas y repelentes autorizados para evitar el mosquito, evidentemente también que se facilite el acceso al agua y al alimento del ganado, que se intensifique, y el tratamiento de los síntomas con los medicamentos necesarios.
Respecto a las restricciones que supone esta enfermedad, esta provincia al completo tiene restricción, aunque no son muy exigentes, afectan fundamentalmente al movimiento de ganado fuera de España y solamente de ganado vivo porque al matadero si pueden salir de España.
Por último, para el público en general, García ha querido aclarar que esta enfermedad no afecta al consumo de carne, de leche ni a la piel, se puede comercializar con estos productos y no hay que generar ningún tipo de alarma de cara a los consumidores.
“La Junta de Castilla y León es sensible a la situación que viven los ganaderos, que ya tienen dificultades añadidas y esto le puede suponer un perjuicio”, ha concluido.
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