¿Cómo valoran desde el sector de la restauración este tipo de jornadas?
Particularmente desde el punto de vista de la restauración podemos decir que está muy bien que se empiece a controlar todo el tema micológico. Porque siempre hemos tenido gente que te viene a ofrecer setas y eso es un compromiso muy grande para el empresario, porque nunca pasa nada, pero si pasa tienes un problema muy gordo. Por eso me parece fenomenal que regulen todo el tema de recolección, tratamiento y demás.
¿Una buena regulación afecta al consumidor?
Sí, todo lo que sea llevar un control más exhaustivo en este tema redundará en una mayor calidad en el producto que llega al consumidor final.
¿Cada vez hay más gente que demanda este tipo de alimento?
Nosotros raro es el año que no hacemos unas jornadas de setas, ya sea con otro producto o solas. Es algo que se compagina bien con cualquier tipo de producto. Ya no solo es que al cliente le guste este producto, sino que te las reclaman cuando llegan a tu restaurante. Ante eso, últimamente los restauradores abogamos por una buena cantidad de platos con setas y si son de Zamora, mejor.
¿Qué tipo de variedades son las más habituales en la restauración?
La seta clásica es el boletus, que va con todo. Pero los restauradores procuramos hacer algún trabajo más amplio, con más tipos de setas, no solo con níscalos o boletus que son las estrellas de los platos. Las setas casan muy bien con cualquier cosa e incluso los propios proveedores te facilitan variedad de setas para que usemos más tipos de este producto.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios