Normas más estrictas y controles reforzados para una vendimia 2025 sin margen de error en Toro

El Consejo Regulador impone límites de producción, exige trazabilidad completa y endurece las medidas de control en bodegas y viñedos.

Vendimia y carga de uvas en contenedor en una de las viñas
Vendimia y carga de uvas en contenedor en una de las viñas | Europa Press

La vendimia 2025 en la Denominación de Origen Toro comienza marcada por una nueva normativa que refuerza el control sobre todo el proceso de producción, desde la viña hasta la bodega. Aprobadas en el pleno del Consejo Regulador del pasado 23 de julio y publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia de Zamora, las normas introducen requisitos más estrictos para viticultores y bodegas, con el objetivo de garantizar la calidad del producto final y preservar el prestigio de los vinos amparados por esta denominación.

La regulación se apoya en la Ley 8/2005 de la Viña y el Vino de Castilla y León, en el Decreto 50/2018 sobre denominaciones geográficas y en el propio Reglamento de la DO Toro. A través de este marco legal, el Consejo queda habilitado para establecer límites de producción, condiciones de vendimia, sistemas de control y criterios de trazabilidad.

Producción limitada y control progresivo en viñedos jóvenes

Uno de los aspectos centrales de la nueva normativa es el establecimiento de límites máximos de producción por hectárea:

  • 7.500 kg/ha para la variedad Tinta de Toro
  • 9.000 kg/ha para Garnacha, Verdejo, Albillo Real, Malvasía Castellana y Moscatel de grano menudo

En el caso de viñedos de nueva plantación, se fija un sistema de incorporación progresiva al rendimiento completo, que solo alcanza el 100 % a partir del sexto año. En vendimias mecanizadas, se añadirá un 3 % adicional por el peso del raspón.

Requisitos obligatorios para viticultores

Todos los viticultores que entreguen uva a una bodega acogida a la DO deberán tener sus parcelas inscritas en el Registro Vitícola del Consejo Regulador y presentar la correspondiente Tarjeta de Viticultor. Este documento es personal e intransferible, y su uso fraudulento será sancionado.

Además, el viticultor deberá llevar actualizado un cuaderno de campo, que podrá ser requerido en cualquier momento por los inspectores durante la vendimia. Toda la uva procedente de parcelas que superen los rendimientos autorizados se considerará no conforme y deberá almacenarse de manera separada, garantizando su trazabilidad.

También se establece la obligación de notificar al Consejo cualquier incumplimiento del Pliego de Condiciones antes del inicio de la vendimia en parcelas afectadas por excesos de producción.

Nuevas obligaciones para las bodegas

Las bodegas inscritas están sujetas a un conjunto de obligaciones documentales, técnicas y organizativas. Entre ellas, destaca la necesidad de:

  • Comunicar con al menos 24 horas de antelación la fecha y hora de inicio de la vendimia
  • Justificar cada partida de uva con la Tarjeta de Viticultor o Registro Vitícola
  • Anotar todos los parámetros exigidos en el Pliego de Condiciones
  • Pesar y tarar cada lote en básculas homologadas
  • Molturar la uva el mismo día de su entrada, salvo que se dispongan de instalaciones adecuadas para su conservación a menos de 10ºC

Las bodegas, como responsables últimas de la trazabilidad del vino, deberán registrar datos precisos de cada entrada de uva, incluyendo nombre del viticultor, parcela de procedencia, variedad, cantidad y destino. Esta información deberá conservarse durante al menos cinco años.

Control y sanciones

El Consejo Regulador advierte que cualquier forma de obstrucción, amenazas o presión sobre los inspectores durante las labores de vigilancia será considerada infracción muy grave, según la Ley de la Viña y el Vino de Castilla y León. También se contemplan sanciones por ocultación de información, negativa a entregar documentación o falsificación de datos, tipificadas como faltas graves por la Ley estatal del sector vitivinícola.

Trazabilidad digital

Toda la información vinculada a la campaña deberá registrarse a través del portal WebBachhus, la aplicación oficial del Consejo Regulador, que garantiza una trazabilidad digital completa y auditada. Este requisito será obligatorio tanto para viticultores como para bodegas.

Una vendimia bajo lupa

Con la entrada en vigor de estas nuevas normas, la DO Toro busca consolidar su posición en el mercado con un sistema de producción más transparente, controlado y enfocado a la calidad. El refuerzo del control sobre la vendimia responde a una estrategia a medio y largo plazo para proteger el valor añadido del sello Toro, en un contexto de creciente exigencia tanto por parte del consumidor como de los mercados internacionales.

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