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ONGs y cazadores “vigilan” Castilla y León para “evitar un envenenamiento masivo” de fauna por el uso de rodendicidas

ONGs y cazadores “vigilan” Castilla y León para “evitar un envenenamiento masivo” de fauna por el uso de rodendicidas
Las organizaciones no gubernamentales SEO/BirdLife, WWF España, Secm, Acenva, Greffa y la Federación de Caza de Castilla y León rechazan al uso de veneno y denuncian que las consecuencias sanitarias y sobre las biodiversidad y el patrimonio cinegético de la región “serán responsabilidad de la Junta de Castilla y León” en caso de que se produzca un “reparto masivo de veneno” por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería.

Las organizaciones, que afirman que “no hay plaga de topillos”, denunciaron recientemente ante el Seprona el uso de “grano envenenado en la superficie de varias parcelas en la provincia de Palencia donde, además, se encontró una oveja muerta” y recuerdan que “el uso de veneno en superficie es ilegal según la normativa existente, por los graves riesgos que ocasiona”.

Estas organizaciones alertaron hace unos días de la compra “de forma preventiva, el pasado mes de noviembre de 48 toneladas de grano envenenado por parte de la Junta, a las que acaban de añadirse otras 96 nuevas toneladas, a pesar de no haber una plaga” y denunciaron la existencia de “importantes cantidades de veneno almacenadas por particulares y entidades locales en años anteriores que no han sido retiradas y que pueden volver a ser utilizadas en cualquier momento de forma indiscriminada e ilegal”.

En este sentido, solicitarán a sus afiliados que colaboren en la detección de uso ilegal de veneno y denunciarán ante el Seprona y las autoridades la presencia de veneno en superficie o de cualquier animal muerto sospechoso de haber sido envenenado. “No se puede permitir el uso indiscriminado y sin control en el medio rural de potentes tóxicos rodenticidas, como la bromadiolona, porque produce graves daños ambientales y riesgos sanitarios”, señalan, en alusión al “envenenamiento masivo” de especies cinegéticas como liebres, palomas o perdices que, además, “entran en la cadena de consumo humano”. También señalan que “puede producirse intoxicación” de ganado ovino y “mortalidad” de otras numerosas especies, incluyendo algunas en peligro de extinción en la Comunidad autónoma, como el milano real.

ONG y cazadores han pedido a la Consejera de Agricultura que “deje de utilizar el tratamiento químico”, ya que las poblaciones de topillos “disminuyen por sí solas de forma natural” a lo largo del invierno. “Éste sí es un hecho científico demostrado y comprobado en Castilla y León, en 1998, 2008, 2012 y que está ocurriendo en la actualidad”, afirman.

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