El sector porcino en Zamora exige permisos más ágiles para crecer
La Federación de Asociaciones de Productores de Ganado Porcino de Castilla y León (Feporcyl) advierte que el sector tiene potencial de crecimiento de hasta un 40 %
El sector porcino de Castilla y León atraviesa un momento clave: según la Federación de Asociaciones de Productores de Ganado Porcino de la Comunidad (Feporcyl), la demanda nacional e internacional permitiría crecer hasta un 40 %, siempre que los trámites ambientales sean más ágiles y menos restrictivos.
Así lo ha señalado el presidente de Feporcyl, el soriano Miguel Ángel Ortiz, quien asegura que hay ganaderos, empresas e incluso bancos dispuestos a invertir, pero que el sistema actual de permisos ambientales es “lento y muy cerrado”, lo que frena proyectos que podrían dinamizar el medio rural.
A esta situación se suma una normativa exclusiva de Castilla y León sobre balsas de purín, que está provocando el cierre de explotaciones antiguas y amenaza con hacer descender la cabaña porcina en los próximos años. Como ejemplo, Ortiz destaca que cooperativas como Copiso están construyendo nuevas granjas en Teruel, debido a que comunidades como Aragón o Cataluña tienen procesos administrativos más rápidos y flexibles.
El compromiso medioambiental del sector, sin embargo, es claro, subraya Feporcyl. El purín sigue siendo un abono natural, económico y altamente demandado por los agricultores, además de alimentar plantas de biogás y ofrecer una menor huella de carbono que los fertilizantes químicos.
Otro de los retos es el relevo generacional en las explotaciones más antiguas, que no se está produciendo. Según Ortiz, para que una granja sea económicamente sostenible hoy en día, debe superar las 4.000 cabezas.
Castilla y León cuenta actualmente con unas 4.200 granjas porcinas, que generan alrededor de 15.000 empleos directos. Aunque el crecimiento se ha ralentizado en los últimos años —e incluso se registró un retroceso en 2022—, desde 2010 el censo autonómico ha crecido un 38,4 %.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, el censo por provincias lo encabeza Segovia (1,26 millones de cabezas), seguida por Salamanca, Soria y Zamora. Al otro extremo, Palencia, León y Ávila registran los censos más bajos.
Castilla y León se mantiene como la tercera comunidad autónoma en producción porcina, solo por detrás de Aragón (con más de 9,9 millones de animales) y Cataluña (más de 8 millones). Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura se sitúan a considerable distancia.
Finalmente, Ortiz subrayó que el sector está relativamente protegido frente a los aranceles de EE.UU., ya que exporta a más de 130 países y necesita incrementar su producción para cubrir la demanda nacional.
El futuro del porcino en Castilla y León depende, más que de los mercados, de la voluntad política para facilitar el desarrollo de nuevas explotaciones sostenibles.
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