La desaparición del sistema de cuotas dentro de dos meses preocupa al sector al tratarse de un cambio de escenario radical donde el mercado es más global. Por un lado existe la oportunidad de que las explotaciones españolas van a tener libertad de producción, “lo que puede permitir que nos hagamos con el tercio del consumo que no es cubierto por nuestra cuota, pero indudablemente, existe la amenaza de la entrada de leche y productos lácteos foráneos”, sostienen. Es decir, las cuotas desaparecen para todos los países europeos, y algunos tienen una importante capacidad de producción y gran conocimiento del mercado exterior. A esto hay que sumarle que en el año 2014 en la Unión Europea se ha producido un 5 por ciento más que en el año anterior y que se han disparado los volúmenes de producción de algunas “commodities lácteas”, como es el caso de la leche desnatada en polvo que ha crecido más de un 25 por ciento en un año.
Preocupa también la situación de precios porque, por primera vez en el último decenio, en otoño los precios en vez de subir han bajado, situación anómala y que no corresponde con lo que debería ser la realidad de un país deficitario.
El presidente de las cooperativas de vacuno de Urcacyl, Juan Bravo, afirma que “hoy más que nunca existe una necesidad de mejorar la estructura del mercado lácteo español en todas sus fases: producción, transformación y distribución, solo de esta manera convertiremos la amenaza en oportunidad. Además, los diferentes agentes debemos intentar dejar a un lado nuestras diferencias y trabajar hacia un objetivo común, que es la rentabilidad en cada uno de los eslabones de esta cadena láctea”.
Dado que se va a modificar el Real Decreto que regula el paquete lácteo, Urcacyl ha propuesto tanto a la administración regional, como a la nacional, sus alegaciones relativas a las organizaciones interprofesionales, los contratos y las organizaciones de productores lácteos.
Desde las cooperativas se sigue apostando por los contratos, “pero en vez de pedir un contrato absurdo a las cooperativas con sus socios, es decir, consigo mismas, la Administración debería preocuparse más en los contratos en los que interviene la industria transformadora, que es quien tiene mayor capacidad de establecer precios”, aseguran. En cuanto a la interprofesional, que representa los intereses del conjunto del sector, desde Urcacyl se solicita una mayor participación y comunicación de todos los que somos miembros de la INLAC.
Una vez desaparecida la cuota de leche de vaca, no existen cantidades de referencia; por este motivo Juan Bravo comenta “las administraciones deben velar para que el volumen de producción no se convierta en otro elemento de presión para los ganaderos”
Desde Urcacyl también se solicita que se pongan en marcha los mecanismos previstos en la Ley de la cadena alimentaria, “sobre todo en este sector donde se banaliza permanentemente el valor de los productos lácteos, principalmente leche envasada. Es posible actuar y ejemplos tenemos en otras Comunidades Autónomas como Cantabria, donde su Dirección de Consumo ha multado a varias empresas de distribución, por vender leche a pérdidas, hasta en ocho ocasiones desde 2012”, siguen explicando.
Desde Urcacyl y las cooperativas lácteas se sigue trabajando por una mayor concentración de la oferta y avance en la cadena de valor, bien sea a través de fusiones, colaboraciones, acuerdos cooperativos, Organizaciones de Productores, Entidades Asociativas Prioritarias o mediante la transformación en productos lácteos como leche envasada y queso.
“En el aspecto industrial hay que hacer un balance negativo de las oportunidades perdidas en las ventas de importantes grupos lácteos, que no hemos sido capaces de añadir a nuestra ya de por si mermada capacidad de transformación láctea”, afirman.
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