El capital de Castilla y León desploma su esfuerzo inversor tras el boom inmobiliario y pierde peso en España

Constata que pasó de invertir el 29% del PIB al 20,5%; y de asumir el 6% de las inversiones globales al 5%, con el segundo de los ratios más bajos en productividad

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Dinero.
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El esfuerzo inversor de los sectores económicos se desplomó en Castilla y León tras el boom inmobiliario y la Comunidad perdió peso en la participación de la formación bruta de capital fijo en España, con unos niveles de productividad por esfuerzo del capital entre los más bajos del conjunto autonómico.

Un estudio de Fundación BBVA junto al Ivie, recogido por Ical, asegura que entre 1995 y 2008, el esfuerzo inversor en la Comunidad sobre PIB alcanzó el 29 por ciento, mientras que se desplomó 8,5 puntos, hasta el 20,5 por ciento, entre 2009 y 2021. “El esfuerzo inversor es netamente inferior tras la intensidad de los años del boom inmobiliario”, indica. La situación fue generalizada en España, donde se pasó de un esfuerzo inversor del 26 al 19,4 por ciento.

Castilla y León se situaba por encima del seis por ciento en la inversión nominal en España antes de la crisis inmobiliaria, para pasar el siguiente periodo analizado a suponer en torno al cinco por ciento. El documento compara a Castilla y León, con autonomías con tamaños “medios”, como Castilla-La Mancha, País Vasco y Galicia y asegura que “esas tres mantienen sus participaciones, pero Castilla y León la reduce en el subperiodo más reciente casi un punto porcentual, lo que para su tamaño es una cifra importante”.

La formación bruta de capital fijo supuso un desembolso en 2021 en Castilla y León de 10.440 millones de euros, por debajo de los 10.018 de 2020, o los 11.780 de 2019. Castilla y León ocupó el séxto puesto en el ranking autonómico por volumen, por detrás de Madrid, 56.417; Cataluña, 43.048; Valencia, 22.646; País Vasco, 11.683; y Galicia, 10.850.

Orientación productiva 

El informe indica que “se invierte menos pero la inversión se orienta más hacia activos más productivos. En este sentido, concreta que si durante el boom del ladrillo, la composición de la inversión fue de un 65,6 por ciento inmobiliaria y 34,4 por ciento en otros sectores, en los años más recientes, esos porcentajes pasaron del 58,1, al 41,9. En España, esos datos evolucionaron desde el 64,8 y 35,2 por ciento, al 52,8 y 47,2 por ciento.

Bajando al detalle, el estudio sentencia que sobre todo “gana peso la inversión industrial”, que pasó del 16,8 por ciento de la inversión antes del boom inmobiliario, al 27,1 por ciento. Las inversiones agrarias también crecieron en peso, del 2,1 al 5,2 por ciento. La construcción pasó, por el contrario, del 10,3 al 3,4 por ciento; y los servicios privados, del 54,5 al 50,2 por ciento. Las inversiones de los servicios públicos mermaron desde el 16,3 al 14,1 por ciento. 

Dotaciones de capital

El estudio analiza también las dotaciones de capital y su evolución entre 1995 y 2021. En concreto, la dotación real de capital por habitante en Castilla y León pasó de 53.432 a 100.472 euros; frente a una media nacional que evolucionó desde 54.467 a 87.402 euros. Asimismo, la dotación de capital neto real por ocupado pasó de 170.635 a 244.769, la segunda más elevada por detrás de La Rioja, con 260.706 euros. España pasó de 172.902 a 209.210.

El capital neto real por unidad de producto, es decir, la intensidad en el uso de capital por unidad de valor añadido bruto generado situó a Castilla y León en el segundo puesto de la tabla en 2021, con 4,39 euros, solo por detrás de La Rioja (4,54), y lejos de la media nacional del 3,71; y de la autonomía más eficiente, País vasco, con 3,1. Y es que este ratio es “la inversa de la productividad del capital” y refleja así “la eficiencia productiva a la capitalización”. El dato de Castilla y León estaba en 1995 en 3,19, en quinto lugar de la tabla; y en España en el 3,02.

Los activos del capital

BBVA e Ivie analizan también la composición del capital por activos en la Comunidad en 2021, donde destacan los inmobiliarios, con un porcentaje de peso del 89,92 por ciento, por encima de la media nacional del 87,98 por ciento. Asimismo, pone de relieve que el peso de la maquinaria no TIC se situó en el 7,36 por ciento, por debajo del 8,15 por ciento de la media para el conjunto de las autonomías. 

Cabe destacar que los activos TIC e I+D del capital de Castilla y León apenas representan el 2,72 por ciento del total, frente a una media nacional de 3,87 por ciento. El dato sitúa a la Comunidad, en el séptimo puesto del ranking autonómico, muy lejos de las de mayor peso, Madrid, 6,03 y La Rioja, 5,13 por ciento.

Por ramas de actividad, el peso de los servicios privados dentro de la composición del capital alcanza el 58,88 por ciento en la Comunidad, por debajo del 66,63 por ciento en España. Además, los servios públicos suponen el 14,06 por ciento en Castilla y León, frente al 10,21 por ciento en el conjunto de las autonomías.

Castilla y León destaca en este sentido en el peso del capital industrial, con un 14,34 por ciento, muy por encima de la media de España, y solo por debajo de Navarra, 20,77 por ciento; Paías Vasco, 15,5 por ciento; y Aragón, 14,64 por ciento.

Por último, el peso de las infraestructuras asciende al 17,14 por ciento, frente al 10,88 por ciento de la media en España, solo por detrás en la tabla de Asturias, 18,81 por ciento; y Extremadura, 17,38 por ciento. 

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