Condenado por cuarta vez por incumplir órdenes de alejamiento, amenazar y agredir a su expareja

El individuo, en prisión provisional, no podrá acercarse a la víctima en cinco años.

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 Imagen de archivo de la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1.
Imagen de archivo de la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1.

El Juzgado de lo Penal 1 de Valladolid ha condenado por cuarta vez al mismo individuo por hechos similares, en esta ocasión a dos años de cárcel por quebrantar órdenes de alejamiento sobre su expareja, a la que insultó, amenazó y agredió en varios episodios a pesar de no poder acercarse a ella por sentencias anteriores por los mismos hechos.

El fallo, fruto de una conformidad entre las partes, condena también al individuo, cuya identidad responde a las iniciales A.G.M. y que se encuentra en prisión provisional desde el mes de febrero, a no acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o aquellos que frecuente durante cinco años, a no portar armas durante tres años y a indemnizar a la mujer con la cantidad de 1.000 euros, así como al pago de las costas procesales.

Los hechos juzgados se remontan a enero y febrero de este año, época en la que el acusado ya tenía en vigor órdenes de alejamiento (que se prolongaban hasta octubre de 2022) dictadas tras otras tres sentencias anteriores a ésta por delitos de violencia doméstica y de género, maltrato, coacciones y quebrantamiento de condena (varias veces las órdenes de alejamiento).

En concreto, según el fallo a que ha tenido acceso Europa Press en fuentes jurídicas, el 19 de enero de este año, el individuo escribió varios mensajes de Whatsapp a la víctima en los que la insultaba y le aseguraba cosas como que la iba a "machacar" la vida, que la iba a dar más fuerte o que la iba a "destrozar".

Diez días después, el acusado observó en un bar de Valladolid a su expareja y, con el propósito de amedrentarla, según la sentencia, le hizo el gesto de pasarse el dedo por el cuello de un lado a otro.

Ya en el mes de febrero acudió a buscar a la víctima a un establecimiento comercial al que sabía que solía acudir y allí volvió a insultarla y a recriminarle que se acostara con otro hasta que la persona que regentaba el local le echó. Sin embargo, a la salida del establecimiento, el A.G.M. esperaba a la víctima, que salió acompañada de la propietaria, y le volvió a espetar las mismas expresiones.

AGRESIÓN FÍSICA

Finalmente, el 7 de febrero, el acusado volvió de nuevo a este local, de donde otra vez le echó la propietaria, por lo que acudió al domicilio de la víctima, donde la esperó. Una vez que llegó, entró con ella al portal, la agarró del brazo y le exigió que le dijera si estaba con otra persona, que le cogiera el teléfono y que le desbloqueara Whatsapp.

De lo contrario, le advirtió de que no cejaría en su empeño para después golpearle con la mano en la cara, tras lo que la mujer intentó escapar hacia el ascensor, algo que impidió el agresor, que bloqueó la puerta con el pie, la volvió a agarrar del brazo y de nuevo la pegó en la cara. Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió enrojecimiento e inflamación en pómulo izquierdo y leve inflamación en la frente, aunque sólo precisó una asistencia facultativa consistente en frío local.



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