Los embalses del Duero gestionados por la CHD cierran el año hidrológico al 41,2% de su capacidad

Confederación destaca que la campaña de riego se ha desarrollado con total normalidad

Presa de Aguilar de Campo 3
Presa de Aguilar de Campo 3

El año hidrológico en la cuenca del Duero se cierra con los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) al 41,2 por ciento de su capacidad, con un volumen total de agua almacenada de 1.185 hectómetros cúbicos, ligeramente mejor a la media de los últimos diez años, aunque sin ser homogénea en todos los sistemas.

En este sentido, se pueden diferenciar aquellos sistemas como Adaja (Presa de Cogotas), Tormes (Santa Teresa) y todos los de León (Órbigo-Tuerto y Esla-Valderaduey) donde las reservas embalsadas se aproximan a las del año pasado, el cual se pudo calificar como "muy bueno", con valores claramente superiores a la media de los últimos diez años. De esta forma, superan el 50 por ciento de la capacidad de embalse en Cogotas y Santa Teresa, con el 54,5 por ciento y el 51,9 por ciento respectivamente, o el 40,2 por ciento y el 40,5 por ciento en los embalses del Porma y de Riaño.

Asimismo, si bien la situación es claramente inferior al pasado año y similar a la media de los diez últimos años, el sistema Alto Duero cuenta en Cuerda del Pozo con unas reservas de agua al 53,6 por ciento de la capacidad de embalse, con un volumen de 133,2 hectómetros cúbicos almacenados.

Por otra parte, en Palencia, el Sistema Pisuerga (Aguilar, Cervera y Requejada) se encuentra por debajo de la media de los diez últimos años, con un 30,4 por ciento de su capacidad y 98 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Finalmente, la situación más desfavorable se encuentra en el Sistema Carrión (Compuerto y Camporredondo), aproximadamente un 25 por ciento más bajo que dicha media histórica. En este sentido, hay que destacar que los Indicadores de Seguimiento del Plan de la sequía de la cuenca del Duero, colocan a varios sistemas, sobre todo del norte de la cuenca, en situación de sequía prolongada.

En conclusión, las reservas con las que se inició la campaña de riego han permitido garantizar las dotaciones que se establecieron en las distintas Juntas de explotación, y que ratificó la Comisión de Desembalse, para la campaña de riego que ahora finaliza oficialmente. La situación de la cuenca al término de la campaña se encuentra en valores medios en general, aunque serán las precipitaciones de los próximos meses las que garanticen realmente las dotaciones necesarias para llevar a cabo una campaña de riego normal en 2022.

Por ello, la CHD remarcó la importancia de realizar un consumo responsable de un recurso valioso y escaso como es el agua, pendientes de la evolución meteorológica en los próximos meses.

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