Un joven de 21 ha sido arrestado tras someter a brutales torturas a una niña de 12 años con la que se había casado a través del rito gitano en la localidad de Peñaranda de Bracamonte, en Salamanca. El agresor se enfrente a una condena de 36 años de cárcel y más de 50.000 euros de indemnización por las constantes agresiones, violaciones y humillaciones a las que sometía a la pequeña.
El joven se casó con la joven en 2020, cuando ella solo tenía 12 años. Sus familias llegaron a un acuerdo gitano y la menor se fue a vivir con él y su familia. Ese fue el inicio de su pesadilla. La joven fue obligada a mantener relaciones sexuales prácticamente a diario, mientras era insultada y humillada constantemente. Según ha relatado la víctima, el día de Nochebuena, el agresor le propinó un puñetazo en el ojo, la tiró al suelo y la obligó a dormir en el suelo.
Pero su pesadilla no terminó ahí. El joven quemó a la víctima en diferentes partes de su cuerpo con soplete, provocándole múltiples infecciones. Según el Ministerio Fiscal, esto lo realizaba a diario con la intención de denigrar "su integridad física y dejar clara su posición de superioridad". El joven la dejaba encerrada en la habitación durante días, solo la dejaba asearse dos veces a la semana y le daba de comer una vez al día. Al menos en una ocasión, incluso le cortó el pelo sin su consentimiento.
La familia de la joven desconocía los hechos
Según la Fiscalía, la familia de la víctima no era consciente de los malos tratos que sufría la pequeña. Al parecer, solo tenían contacto con ella a través de llamadas telefónicas y les decía que se encontraba bien. Según ha denunciado la joven, durante estas llamadas el acusado la amenazaba poniéndole un cuchillo en la garganta para que así no pudiese denunciar los hechos.
Ahora, el joven de 21 años se enfrenta al juicio en el que está acusado de torturar brutalmente a la menor de 12 años.