Los mayores de 50 años que perciben un subsidio por desempleo crecen un 22% desde 2019 en Castilla y León, hasta los 26.376
Fundación Adecco denuncia las “barreras” que afrontan estas personas para “mantenerse activas en el mercado laboral”
Un total de 26.376 personas mayores de 50 años percibieron en abril un subsidio por desempleo en Castilla y León, lo que supone un aumento del 4,1 % respecto a 2024 y del 22 % en comparación con 2019. En cambio, el aumento en el conjunto de la población ha sido solo del 6 % desde esa fecha, según destaca el 17º informe #TuEdadEsUnTesoro del Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco.
El número total de personas que perciben este subsidio en Castilla y León asciende a 35.275, por lo que el 74,8 % (26.376) tiene más de 50 años. Es decir, la mayoría de los beneficiarios de esta ayuda son personas sénior. Su peso en el conjunto ha crecido de forma notable en los últimos años, ya que en 2019 representaban el 64,9 % en Castilla y León, informa Ical.
Castilla y León (26.376) ocupa el octavo puesto entre todas las comunidades autónomas, ordenadas de mayor a menor en cuanto a perceptores de subsidio por desempleo mayores de 50 años, abarcando al 5 % del total en España, donde se contabilizan 545.143 beneficiarios/as sénior.
“El incremento de los subsidios por desempleo entre los mayores de 50 años no solo obedece al envejecimiento de la población, sino también a las barreras que afrontan para mantenerse activos en el mercado laboral”, destacó el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.
Asimismo, el ejecutivo explicó que “este aumento se produce, además, en un contexto de crecimiento económico, lo que evidencia una desconexión entre la evolución de la economía y la inclusión de los sénior en el empleo”.
“Ante la falta de oportunidades reales, en muchas ocasiones optan por mantenerse en el subsidio hasta alcanzar la edad de jubilación. El problema de fondo es que un mercado laboral en récord de envejecimiento no puede permitirse prescindir del talento sénior, siendo su aportación esencial para afrontar los retos demográficos y económicos”, dijo.
El experto añadió que “el subsidio por desempleo puede actuar como un incentivo perverso, favoreciendo que los profesionales opten por mantenerse en él hasta la jubilación, especialmente en el caso del subsidio para mayores de 52 años, que incluye una ‘sobrecotización’ del 125 % de la base mínima”.
“En este escenario, es necesario garantizar el carácter transitorio de los subsidios y, para ello, resulta clave reforzar las políticas activas de empleo que promuevan la recualificación del talento sénior, facilitando su incorporación a los sectores emergentes. Sin embargo, estas políticas solo serán efectivas si cuentan con la implicación del tejido empresarial. Es fundamental que las empresas abracen esta opción y no las vean únicamente como un instrumento institucional, sino como una herramienta útil y estratégica que les permite acceder a perfiles con experiencia, compromiso y capacidad de adaptación”, resumió.
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